Cataluña No es independentista, según el CIS catalán
El Barómetro de noviembre del CEO de la Generalitat (el CIS catalán) ha proporcionado varios datos y análisis significativos que iremos detallando y desglosando para hacerlos más útiles y sencillos. Para empezar, el primer análisis se centra en las conclusiones sobre la evolución del sentimiento de los catalanes hacia la independencia o el rechazo a la misma. Tal y como refleja el título, cada vez son menos los catalanes que quieren la independencia, y, a la vez, son más los que la rechazan, alcanzando estos últimos el máximo de la serie histórica.
Para comenzar, destaca un hecho altamente significativo: por primera vez en los últimos 10 años, Cataluña, de forma importante, es vista por los catalanes como una Comunidad Autónoma de España (34%), en lugar de un Estado Independiente (30%). Mientras tanto, se mantiene el 22% de los catalanes que opinan que Cataluña debería ser un Estado Federal dentro de una España Federal. Solo un 6% considera que debería ser una región de España, sin más. Dentro de estos parámetros, es relevante señalar que el 19% de quienes opinan que Cataluña debería ser un Estado Federal dentro de una España Federal tienen un sentimiento declaradamente independentista.
A la pregunta sobre la independencia de Cataluña, los contrarios a la independencia representan el 54% de los encuestados, mientras que los favorables suponen el 40%. Respecto al Barómetro anterior, se observa que la diferencia entre ambas posturas sigue creciendo a favor del rechazo a la independencia. De hecho, si comparamos estos datos con los de febrero de este mismo año 2024, entonces la diferencia era de 9 puntos (51% no y 42% sí), y en solo seis meses ha crecido 5 puntos, alcanzando una diferencia de 14 puntos. De hecho, el posicionamiento del 54% en contra de la independencia de Cataluña es el más alto de toda la serie histórica.
El apoyo a la independencia es mayoritario entre los simpatizantes de Junts (92%), la CUP (91%) y ERC (78%) y, en menor medida, entre los de Aliança Catalana (60%), lo que demuestra que el partido de Sílvia Orriols se nutre de votos transversales, de protesta, no nacionalistas. En cambio, los simpatizantes de Comuns Sumar (36%), el PSC (17%), VOX (10%), el PP (5%) y aquellos sin simpatía partidista están mayoritariamente en contra de la secesión.
Es importante constatar que el 21% de los encuestados ha cambiado su postura sobre la independencia, mientras que el 77% no ha modificado su opinión inicial, sea a favor o en contra. También es interesante comprobar que los votantes de Comuns (41%) y de la CUP (39%) son los que más han cambiado de opinión respecto a la independencia. Aquellos que han cambiado su postura lo han hecho mayoritariamente después de 2017 (46%). El 38% lo hizo hace más de 6 años (antes de 2017) y solo el 17% hace 2 años o más. Obviamente, el estudio destaca que quienes menos han cambiado de opinión son los que están en contra de la independencia: el 84% piensa igual que hace 10 años.
Uno de los nuevos análisis incorporados al barómetro de noviembre es el que mide la estrategia de presión política fuera de Cataluña. Más del 75% de los encuestados simpatizantes de la CUP, Junts, Aliança Catalana y ERC están muy o bastante de acuerdo en que, para defender mejor los intereses de Cataluña, los partidos catalanes deben ejercer la máxima presión fuera de Cataluña, aunque eso pueda generar tensiones y confrontación. En cambio, los votantes del PSC, el PP y VOX están poco o nada de acuerdo. Es decir, los votantes de los partidos separatistas avalan la estrategia de Junts o ERC en el Congreso de Madrid para presionar a Pedro Sánchez y al Gobierno español.