El BM Granollers se complica la clasificación pero gana el goal average ante los daneses
Parece que al Granollers le gusta vivir al filo de navaja en sus partidos ante el Silkebog danés. Si ya en el encuentro de la pasada semana celebrado en el Palau perdía por 3 goles (16-19) al descanso, hoy no hay querido ser menos y ha acabado sucumbiendo en Dinamarca por más goles aún (20-15) en una primera parte para olvidar.
Los jugadores del conjunto danés, todos tan maduros y tan expertos que mientras tienen físico y fuelle te pueden amargar la vida, han salido arrollando a los nuestros quienes, en ningún momento, han dado muestras de poder frenar a los vikingos. Ya sobre los 12 minutos los daneses dominaban de 6 goles (7 a los 20 minutos de forma esporádica) y siempre hemos visto estos guarismos de ventaja en esa primera parte.
Todo iba mal, la defensa no sabía frenar a los lanzadores locales que, desde 7-9 metros, acribillaban la portería de un Roberto Rodríguez que sólo consiguió parar uno de los trece lanzamientos recibidos, algo muy inusual en él y que le llevó al banquillo, provocando la salida de Pau Panitti. Afortunadamente, el junior catalán de 20 años, logró frenar la sangría en la portería y atajar 4 de los 12 lanzamientos que recibió. Frente a él, el portero danés Mikkel Møller Løvkvist, se convirtió en la pesadilla de los lanzadores vallesanos al interceptar 9 de los 24 lanzamientos recibidos en esa primera parte (nada menos que un 38% de eficacia) incluidos dos penaltis.
Tampoco los árbitros húngaros ayudaron mucho, por no decir que pusieron más trabas de las normales, cuando excluyeron en dos ocasiones al baluarte defensivo vallesano Oriol Rey. Pero, a pesar de ello, el Granollers consiguió irse al descanso perdiendo “sólo” de 5 goles gracias a una defensa avanzada que perjudicó en algo a los locales, todo un milagro visto el transcurrir de estos primeros treinta minutos. La segunda parte tenía una sola pregunta: ¿sería capaz el Granollers de reeditar el partido de la pasada semana y darle la vuelta al marcador o, como mal menos, evitar perder el goal average ante los daneses??
Los chicos de Antonio Rama salieron con pilas nuevas, con un remozado siete y con las piernas frescas suficientes como para, en sólo 8 minutos, indicarles a los daneses que se olvidaran del goal average porque ganar de 9 o mas iba a ser imposible para ellos. Con 24-23 se acercaron a un solo gol, distancia que repitieron con el 29-28 del minuto 17 o el 30-29 del minuto 18. A partir de allí los vallesanos notaron el cansancio o, sencillamente, se relajaron pues vieron el partido dominado y a los daneses sufriendo físicamente una barbaridad y conformándose con derrotar a los catalanes en un partido europeo ante su afición (incansable afición apoyando a su equipo siempre) que acabó en el 35-32 final.
El Granollers tuvo la suerte de contar con un Pau Panitti que continuó en su gran línea de acierto, con el 28% de los lanzamientos rivales parados, así como de un Antonio García que condujo con sabiduría los minutos finales, aunque su porcentaje no fuera maravilloso (7 de 14) pero sí su gran acierto en las asistencias en ataque (5) y en la presión defensiva.
Caso aparte merece Pablo Urdangarín que logró 6 goles, pero sobre todo 4 de penalti sin fallo alguno, cuando los porteros daneses parecían haber tomado la medida en los 7 metros tanto a Antonio García como a Jordi Deumal. Tal fue la barbaridad de acierto, sobre todo, del veteranísimo Kasper Larsen, que consiguió parar 2 de cada 3 lanzamientos catalanes. Un 66% de paradas para enmarcar. Tampoco debemos olvidarnos que el portero titular, Mikkel Møller Løvkvist, consiguió un 28% de acierto, como Panitti. Sin duda los porteros fueron los causantes de que el Silkeborg venciera y de que el Granollers no hubiera perdido por más goles de diferencia.
En cualquier caso, el primer objetivo del Balonmano Granollers, que no era otro que no perder el goal average con el Silkeborg, se ha alcanzado. A nivel particular entre los dos equipos, que están empatados en la segunda posición de la tabla del Grupo B, el goal average es de un +6 para el Granollers. Pero es que, a falta de dos partidos la diferencia entre goles a favor y en contra de todos los partidos disputados por ambos rivales es de +22 para el Granollers. Si jugamos a deporte ficción y pensamos que los dos equipos tienen partido pendiente con el Montpellier y que, en buena lógica, ambos deben perderlo, se la jugarían todo al resultado ante el Górnik Zabrze, que es el próximo rival de los vallesanos la próxima semana en el Palau.
Si el Silkeborg hiciera “la machada” de vencer al Montpellier en Dinamarca la próxima semana, al Granollers no le quedaría otra que ganar a los galos a domicilio, cosa difícil porque los super campeones europeos franceses también se jugarían pasar a la siguiente ronda con menos puntos, cosa que le complicaría mucho la vida.
Mientras tanto, a los de Granollers no nos quedaría otra que pasar por Lourdes, aunque esté a contramano, cuanto antes, poner una vela y esperar que la francesa virgen alumbre a los franceses jugadores del Montpellier y, de paso, a los nuestros para que los daneses se contenten con el tercer puesto y los de Antonio Rama pasen, como segundos, a la Main Round, que es como llaman los modernos ahora a la fase de octavos formada por dos grupos de cuatro equipos cada uno de ellos.