EL BM Granollers no estará en la Final a 8 de la Copa del Rey 2025

Como dicen los sabios: se veía venir. Tras una explosión de euforia y después de una “machada” sin igual como lo fue la victoria del pasado viernes del Balonmano Granollers en cancha azulgrana, contra el todopoderoso multimillonario equipo de fútbol/balonmano, los chicos de Antonio Rama enseñaron su “cara B” en Cantabria y perdieron, a partido único, la posibilidad de jugar la final a 8 de la Copa del Rey del próximo junio en Irún.
Pero tampoco es que nos debamos rascar las vestiduras ni enfadarnos con los de Rama ni con el entrenador, ni la directiva, ni nada por el estilo. El Granollers, recordemos, es un equipo de gente muy joven que está, siempre, en construcción pues cada año debe reconstruirse y reinventarse. Y, encima, sufre mucho si un partido lo da todo (como ante el Barça) y al siguiente se la juega. Ni tiene fondo de banquillo ni plantilla suficiente para ello.
Demasiado es que el equipo vallesano juegue un año sí y otro también en Europa y que, en este mismo año de competición, esté luchando por la segunda posición (como aquí decimos, por el campeonato de los mortales). Máxime cuando se presenta a Santander con las tres bajas de los últimos días/semanas: la conocida de Ferrán Castillo que se va a perder todo el 2025 y las más leves del pívot Montoya y del lateral zurdo, el argentino Moyano. Es decir, 3 de 6 de los titulares de campo están ausentes por lesión.
Y gracias a que tenemos enchufados a jugadores como Pablo Urdangarín, que ayer volvió a golear desde el lateral, o a Víctor Romero o el sempiterno Antonio García. Y gracias a que la defensa sigue siendo un valor “de marca Granollers” que hace que los porteros puedan lucirse. Y gracias a las mil y una invenciones del equipo técnico que encabeza Antonio Rama que hacen resucitar al equipo cuando parece que se cae. Gracias a todo y a todos ellos, el balonmano Granollers está donde está, aunque ni por presupuesto ni por plantilla le corresponda.

Si hablamos del partido de anoche debemos incidir en dos partes. La primera de absoluta lucha e igualdad entre los contendientes que llegaron al descanso empatados a 14 goles. Y una segunda parte que duró unos cinco minutos porque, a partir de entonces, el Granollers se desfondó y no aguantó el chaparrón cántabro ayudado por las paradas de su portero Leo Tercariol y los goles de Isidoro Martínez y Jakob Prokop. Pasamos de un 15-15 a un contundente 24-17 (-7), y a pesar del esfuerzo de los catalanes por acortar distancias (se llegó a estar de sólo 2 goles (29-27) con minuto y medio por delante), fue imposible intimidar a los cántabros. Ya era demasiado tarde para hacerlo.
31-28 y adiós a la final a ocho de Irún. Seguro que la competición copera echa de menos al Granollers igual que el BM Granollers echará de menos disputar la Copa, aunque sabemos que competiciones de tanta exigencia en sólo tres días se le ponen muy cuesta arriba a un equipo con falta de efectivos y demasiados lesionados. De hecho, en Lanzarote (Copa de España) nos venció en las semifinales el mismo equipo que nos ha vencido hoy: el Bathco Torrelavega.
Ahora sí, definitivamente, los hombres de Antonio Rama sólo tienen un objetivo: la Liga Asobal. Es la única competición en la que “están vivos” y deben intentar mantener la segunda posición como sea y asegurar su plaza europea. Delante, salvo el partido del domingo a las 17,30 ante el Huesca, tienen ante sí la auténtica “triada” del Tour: Alpe d'Huez, Mont Ventoux, Col du Tourmalet, en versión balonmano español. Y seguidos: Bidasoa en Irún, Ademar en Granollers y Torrelavega (otra vez) en Cantabria. Si pasan con nota las “grandes etapas” de su particular Tour sólo les quedarán rivales más asequibles a priori (Frigoríficos Morrazo y Guadalajara en Granollers) y Nava en Segovia.