La ventana de Overton
Dicen que con la edad te haces más sabio y de hecho en muchas culturas (no en la nuestra por desgracia) se tienen muy en cuenta las opiniones de la gente mayor. No sabemos a ciencia cierta si se gana sabiduría con el tiempo o si se consigue en todos los casos y personas pero yo apostaría a que los mayores sí somos capaces de cuestionar más y mejor (quizás por nuestras experiencias) lo que nos quieren vender con palabras.
Esto me ha hecho reflexionar, y mucho, sobre cómo es posible que las ideas que antaño eran inaceptables, ahora se consideren deseables.
La única razón que me permitía entender esto era el incuestionable paso del tiempo y los cambios que trae consigo (no siempre buenos). Hasta que leí en un artículo sobre la "Ventana de Overton".
Resulta que el politólogo americano Josep P. Overton elaboró una herramienta política que describe el grado de aceptabilidad de una idea. Ese mecanismo se desarrolla en varios niveles que van desde lo impensable o inaceptable, a lo ampliamente aceptado o deseable.
Esta herramienta utilizada en la práctica por grupos de poder (por ejemplo, partidos políticos, gobiernos o lobbies), con sus medios de comunicación y altavoces mediáticos, pueden conseguir imponer una idea o corriente de opinión que hoy parece inaceptable convirtiéndola en aceptada y popular, actuando de la siguiente forma:
En primer lugar, se usarían argumentos pseudocientíficos o académicos para quitarle hierro a la idea y convertirla en opinable "sin prejuicios". Se trata de pasar de una idea impensable a una radical.
Una vez introducido el tema se dulcifican los términos para poder hablar continuamente de la idea. Es decir, se pasa de lo radical a lo aceptable.
En una tercera fase se pasa de lo aceptable a lo sensato buscando justificaciones a la idea (reales o no) para hacerla consistente.
Una vez la opinión pública ya ve con buenos ojos discutir el tema solo hace falta convertirlo en popular. Y para ello se introduce el relato o la corriente de opinión en series, televisión, películas, literatura... De este modo se genera empatía entre la población.
Solo queda el paso de los políticos, que "oyendo" las demandas populares sobre el tema, promueven los cambios legislativos y políticos para aplicar la idea ya que lo venden como "un derecho innegociable".
Una vez he conocido esta herramienta comprendo mucho mejor los cambios que estamos sufriendo (sí, sí, digo sufriendo) en nuestra sociedad, las derivas políticas y las maniobras que, a mi entender, nos están llevando a la decadencia moral de la que hablaba en otros escritos.
Sería deseable que tanto la gente mayor como los jóvenes entendiéramos el funcionamiento de esta arma política y de forma crítica, poder evitar dejarnos arrastrar por las consecuencias de su uso.