¿Es el momento de pedir cuentas a Ada Colau?
Un afiliado a ICV desde su fundación, que proviene del PSUC, nos comenta que “ha llegado el momento de pasar cuentas de lo hecho desde 2015”. Nuestro interlocutor ya ha visto diferentes cambios de siglas a lo largo de los años. Una más no le importa. Tiene claro que el partido sobrevivirá, como lo ha hecho siempre, sin importar como se llame en un futuro inmediato. Eso sí, y lo tiene muy claro, es contrario a Ada Colau, a muchas de sus políticas y a que la antigua ICV perdiera su esencia integrándose dentro de los Comunes.
Ada Colau anunció que dejaba su acta en el Ayuntamiento de Barcelona, que se apartaba de la política para internacionalizar su particular conocimiento del municipalismo. Se dijo que daría clases en la Fundación Feltrinelli, aunque no se ha hablado más de esta incorporación. Luego que pasaría a formar parte de la Fundación Sentit Comú, cuyo presidente es el exministro de Universidades Joan Subirats Humet. Recientemente ha estado en México, en la investidura de su amiga Claudia Sheinbaum y fue asesora de Clara Brugada al gobierno de la Ciudad de México.
Lo que sí dejó claro es que permanecería ligada a Barcelona en Comú, y que este paréntesis no era un adiós definitivo, sino que se presentaría a las elecciones municipales del 2027 como alcaldable para Barcelona. Ahora bien, una cosa es la idea de Colau y otra la realidad política. Y no debemos olvidar que en noviembre Catalunya en Comú celebrará una asamblea nacional para renovar su dirección. Ahí es donde se le debe pasar cuentas.
Una de las quejas fundamentales, dentro de los antiguos afiliados a ICV, es la perdida de representación política. Actualmente sólo tiene 6 representantes en el Parlamento de Cataluña, perdiendo 2 diputados. En el Congreso tiene el mismo número de diputados. Han perdido poder municipal. No solo Barcelona, sino otros ayuntamientos que desde siempre habían sido de ICV. Eso sí, Colau asegura que se quedó a 141 votos del PSC, lo cual es cierto, pero quedó tercera. A pesar de todo ello, la actual terna que lidera Comunes con Ada Colau, Jessica Albiach y Candela López no tienen el visto bueno, para renovar, de un sector importante de la extinta ICV.
El peso pesado ahora es Janet Sanz, que proviene de ICV. La clave es apartar a todos los sectores que entraron en política con Colau y volver a coger las riendas de la política catalana. Ya hubo un conflicto con Jaume Asens, el representante en el Parlamento Europeo. Tradicionalmente ICV siempre se había integrado en el grupo de Los Verdes. Allí estuvieron Urtasun, Raül Romeva o Antonio Gutiérrez. Asens ahora es miembro del grupo The Left. La decisión la tomó Colau para desmarcarse de la tradición de ICV.
Esta crisis interna y los fracasos electorales han provocado esta reacción, ante el miedo a desaparecen, en las próxima elecciones municipales o autonómicas, como partido político. Colau ha sido una etapa nefasta para muchos antiguos afiliados de ICV. Y hay que renovarse para no morir. Se ha demostrado que su política populista no ha servido y que, a pesar de que los suyos la consideran el activo más importante del partido, ya no ilusiona a muchos de los votantes, que prefieren quedarse en casa o votar al PSC.
Janet Sanz, la que se presenta como la que se encargara de reflotar el partido, no está sola en esta misión. Tiene a su lado a políticos, con carnet de la extinta ICV, como Joan Mena, Lluís Mijoles, David Cid, Ricard Gomà, Laia Ortiz, o Quim Brugué. Todos ellos están tomando poder dentro del partido e, incluso, Mena y Cid tienen más actividad y visibilidad que Albiach. Esta lleva en el Parlamento catalán desde 2015 y desde 2016 es la coordinadora nacional de Catalunya en Comú y proviene de Podemos. Algunos consideran que, por cansancio, por presiones, o falta de confianza, dé un paso al lado.
En resumen, hay una guerra interna entre los partidarios de Ada Colau y los antiguos afiliados a ICV que tienen a Janet Sanz como referente. El resultado, aunque pueda parecer incierto, se decanta a favor de ICV. En breve tendremos la solución defintiva.