Llarena ve delito en la fuga de Puigdemont
El juez Pablo Llarena ha acordado enviar a los juzgados de Barcelona los informes aportados por los Mossos d’Esquadra y Ministerio del Interior que explican las razones por las que el ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont no fue detenido cuando apareció públicamente en Barcelona el pasado 8 de agosto. Según el magistrado, lo expuesto en esos informes “impide excluir la participación de otros responsables", por lo que lo remite a los juzgados para que investiguen la colaboración en la fuga de Puigdemont.
En todo caso añade el juez que, a pesar de lo afirmado por los Mossos, se podría haber procedido a su detención en la jornada de la investidura de Illa como presidente de la Generalitat. “Pese a expresarse en el informe autonómico la dificultad de abordar la detención del procesado en el seno de la aglomeración de personas a la que se incorporó y pese a indicar la posible participación de tres individuos en la fuga, los informes no reflejan impedimentos para que el dispositivo policial pudiera abordar la detección del procesado rebelde en su tránsito hasta el lugar donde se unió a esa aglomeración de personas que le esperaban, ni la imposibilidad de abordar con efectividad su posterior seguimiento y alcance, hasta el punto de que se materializó su fuga del territorio nacional”, recalca en la resolución.
Por su parte, el Ministerio Público ha remitido tres escritos al TSJC en los que rechaza la admisión a trámite de las querellas presentadas por las entidades Hazte Oír y Vox contra el expresident, Pere Aragonès, el exconseller Joan Ignasi Elena, el exdirector de la policía, Pere Ferrer y el excomisario jefe de los Mossos, Eduard Sallent. Así tampoco contra el president del Parlament, Josep Rull.
En su escrito, el Ministerio Público señala que en el informe remitido por los Mossos justifica debidamente, “por razones de oportunidad y proporcionalidad“, el motivo por el que no se procedió a la inmediata detención” del expresident. “En aquel momento se había concentrado en el lugar un elevado número de personas (unas 4.500 según se indica), circunstancia que desaconsejaba una intervención en las proximidades del escenario”. Y subraya que “la imprevisión de otros posibles escenarios y la planificación -un tanto rígida- por parte de los responsables policiales, de la concreta ubicación en la que debería practicarse la detención” impidió el arresto.