Canovellas cierra su mercado a partir del próximo día 3 de noviembre
Dense prisa. Este próximo domingo de octubre será el último en el que la ciudad de Canovellas acogerá las paradas del mercado semanal de los domingos tal como nos tiene acostumbrados y con el diseño y modelo actuales.
El alcalde de Canovellas y president del Consell Comarcal del Vallès Oriental, Emilio Cordero, ha tomado la decisión de cerrar temporalmente el mercado de los domingos en busca de una solución que “aporte más calidad y seguridad a nuestros vecinos y nuestros visitantes”.
Un informe de los Mossos d'Esquadra ha sido clave para que el Ayuntamiento de Canovelles decidiera poner punto final al mercado de venta ambulante más famosos de la comarca que transcurre desde el paseo fluvial y bordeando la “frontera” con la vecina Granollers. Cada domingo inunda el municipio con decenas de personas que venden fruta, verdura y ropa, así como centenares de vendedores del top manta y de objetos de todo tipo, extendidos en sábanas al suelo, sin ninguna licencia y, a menudo, con productos falsificados que invaden las calles de la ciudad y ponen en peligro cualquier plan de seguridad que se quiera instaurar.
El pasado viernes se reunió la “Junta de Seguretat de Canovelles” que contó con la presencia de los mossos, la policía nacional, la guardia civil y la policial local, bajo la dirección del alcalde Cordero y la nueva delegada del Govern de la Generalitat en Barcelona, la excaldesa de Esplugues de Llobregat, Pilar Díaz. Allí se analizaron todos los detalles y se oyeron todas las opiniones en búsqueda de soluciones que, finalmente, no se han encontrado para un corto plazo y que obliga al cierre temporal del famoso mercado semanal.
Se había alcanzado tal volumen de paradas de manteros (top manta) con producto de dudosa procedencia o imitaciones ilegales que triplicaban las paradas tradicionales del mercado semanal, que son las que pagan los impuestos correspondientes de “ocupación de vía pública” y las licencias oportunas y para las que el Ayuntamiento de Canovelles había diseñado los espacios y las vías de escape en caso de necesidad.
Gracias a Dios nunca ha pasado nada, pero o el gobierno municipal tomaba medidas drásticas como la manifestada hoy o cualquier día se podría producir una desgracia de tal magnitud que hubiera hecho imposible el acceso a policías, bomberos o cualquier cuerpo que quisiera garantizar la seguridad de los ciudadanos y de los visitantes.
Ahora se analizará con detalle todas las probables soluciones y hasta que no se consensuen entre todos los estamentos implicados y los propios licenciatarios de venta ambulante, no se volverá a abrir dicha actividad dominical, en un intento rabioso y sin marcha atrás en recuperar el mando de la seguridad y de la justicia para, a la postre, evitar la proliferación de los manteros y el constante contrabando que su negocio ilegal genera.