EDITORIAL

Mercado de Canovellas: La Valentía de una controvertida decisión

La gran decisión de Emilio Cordero y el Ayuntamiento de Canovelles

Decía Aristóteles que “es valiente el que soporta y teme lo que debe, cuando debe y como debe, y el que confía del mismo modo” Es decir, el valiente actúa y sufre por lo que merece la pena, guiado siempre por la razón. En esta vida dicen que debemos ser valientes, aunque en pocas ocasiones lo somos pues pesa más nuestro natural sentido de la conservación que el de la aventura.

De hecho, nuestros primitivos ancestros se dividían entre los valientes que iban a la aventura de descubrir nuevos parajes con el fin de buscar alimentos, mejores condiciones de habitabilidad o recursos naturales que facilitaran el progreso y la vida, y los que se quedaban resguardados en cuevas y plantaban en los alrededores. Se nos ha insistido que las cuevas solían ser para las mujeres y los cazadores aventureros eran todos hombres, pero no es verdad. La valentía, el coraje o la predisposición y preparación para cada uno de los roles de la vida no estaba separada por la diferencia sexual si no por meritocracia pura, aunque me da que no sabían que esa palabra existía.

Viene al caso todo ello para centrarnos en el tema que nos ocupa hoy y que está haciendo correr ríos de tinta. Y los que quedan aún, porque ahora se apuntarán todos los partidos políticos de la oposición al PSC de Canovelles, de Catalunya y de parte del extranjero, a hacer campaña por esta valiente decisión cuando han ignorado completamente hasta en sus programas electorales, no sólo locales, si no autonómicos, por qué se ha llegado a la misma… Hablamos de Canovellas y la decisión de su alcalde, Emilio Cordero, de anular el mercado dominical desde el próximo domingo 3 de noviembre.       

Cerrar su principal ventana cara al mundo exterior significa para Canovellas no sólo perder visibilidad, si no dinero e ingresos directos e indirectos a todos los estamentos del pueblo. De impuestos vive el Ayuntamiento y muchos van a dejar de cobrarse, al menos momentáneamente, a causa del cierre temporal del mercado. También se perderán ingresos de comercios que giran alrededor del mercado pero que tienen local fijo y se verán afectados por la decisión. Y también se verán afectados los ciudadanos de Canovellas que se ven privados de su sexagenario mercado semanal.

Y ahora pongamos el punto sobre la i. Los más atrevidos dirán que esto es cuestión de la dejadez de muchos años (viene desde el exalcalde Orive) en vigilar la seguridad, el trazado y las “paradetas” ilegales que empezaban a proliferar y que ahora hacen imposible circular con seguridad por el recorrido (enorme recorrido) del mercado dominical. Sin embargo, soy de la opinión que, sin quitar ni un gramo a la “culpa” de la corporación canovellense por seguir con su mercado, alguien tenía que tomar decisiones e indicar al Ayuntamiento que se incumplían todos los preceptos de seguridad para la ciudadanía.

No hablamos únicamente de tráfico de mercancía ilegal, duplicidades, de procedencia más que dudosa, de top mantas ni cosas así. Hablamos de la seguridad de las personas y de los vecinos de Canovellas ante esa inundación dominical que restaba posibilidades de, incluso, poder caminar o salir del portal, que tenían tomados los manteros para utilizarlo como almacén temporal. En el fondo, Canovellas estaba secuestrada por los manteros. Y las paradas oficiales, también. Y no me dirán que esto debe solucionarlo un cuerpo policial local que no llega a los 30 agentes para 3 turnos durante 365 días al año.  

Durante años los responsables autonómicos de la seguridad en Catalunya y en la Generalitat catalana “han pasado de todo”. No fuera el caso de que la política woke basada en el buenismo les arrollara y les indicara que se debía tomar una decisión seria y contundente. Los gobiernos de Convergència, primero, PdCat, Junts y ERC, a continuación, todos ellos de tinte independentista y poco preocupados por la realidad de sus municipios, nunca pusieron los medios para garantizar la seguridad y frenar esa venta ilegal y la ocupación o invasión de todo el suelo urbano de forma desenfrenada.

Ha tenido que cambiar el partido titular de la Generalitat y el enfoque de la seguridad para que, en dos semanas y tras la pertinente reunión, Emilio Cordero cerrara el mercado de forma temporal, pero prácticamente definitiva tal como lo conocemos hoy. El próximo modelo ya se verá cual es, pero en cualquier caso deberá priorizar a las personas y a su seguridad. De nada vale llenar las calles de gente si, a su vez, lo único que haces es llenar las calles de problemas.