Nathaley Paley

Nathaley Paley
Lo que van a leer a continuación posiblemente es una de las historias de amor más hermosas que el arte escénico y la literatura hayan creado, yuxtaponiéndose entre sí. La historia tiene cuatro protagonistas: Nathaley Paley, Jean Cocteau, Serge Lifar y Marie-Laure de Noailles. En ella se mezcla amor, odio, sexo y una nueva vida frustrada. Todo ocurrió en las primeras décadas del siglo XX.

Los primeros pasos de Nathaley Paley ya están marcados por el amor de sus padres. Estamos en la Rusia del zar Nicolás II. El gran-duque Pablo Alexandrovich de Rusia está enamorado de Olga Karnovich, condesa von Hohenfelsen. El gran-duque es hermano del zar Alejandro III y tío de Nicolás II. Con anterioridad se había casado con la princesa Alexandra de Grecia, con la que tuvo a María Pavlovna Romanova, gran-duquesa de Rusia y Dimitri Pavlovich Romanov, gran-duque de Rusia. Se casaron en 1889 y ella murió prematuramente en 1891.

 

Al quedarse viudo decidió contraer matrimonio con Olga Karnovich. El zar Nicolás II no estaba de acuerdo con la decisión de su tío. Ante la negativa de su sobrino decidió fugarse con su amada. Viajaron hasta Italia, a Livorno, donde se casaron en 1903. De ahí se trasladaron al palacete que tenían en el Bois de Boulogne de París. La Corte zarista lo consideraba un matrimonio morganático, pero eso a ellos no les importaba. Del matrimonio nacieron Vladimir Pavlovich (1897); Irina Pavlovna (1903); y Natalia Pavlovna (1905).

El tiempo pasó y el zar Nicolás II acabó perdonando y aceptando el matrimonio de su tío. En 1913 le pidió que regresara a la Corte. Aceptó. De París se trasladaron a San Petersburgo. A pesar de todo el zar no estaba por la labor que Olga Karnovich fuera conocida como gran-duquesa. Por eso le concedió el título de Princesa de Paley.

Y llegamos al año 1917. Estalla la revolución de octubre. El gran-duque Pablo Alexandrovich es arrestado y encarcelado en la fortaleza de San Pedro y San Pablo. La Princesa de Paley consigue refugiarse, con sus dos hijas, en casa de unos amigos. Sus vidas peligran. Su hijo Vladimir también es encarcelado. La Princesa de Paley era una mujer fuerte, decidida y emprendedora. Intentó por todos los medios que los revolucionarios liberaran a su marido y a su hijo. Sus reclamaciones no sirvieron de nada y el 30 de enero de 1919 el gran-duque Pedro Alexandrovich, su gran amor, fue asesinado en la prisión donde estaba arrestado.

Vladimir Pavlovich corrió la misma suerte que su padre. Los dirigentes bolcheviques lo llevaron a los Urales. Allí, el 18 de julio de 1918 fue asesinado junto a la gran-duquesa Elisabeth de Hessen-Darmstadt; y los grandes-duques Iván Constantinovich, Igor Constantinovich, y Constantino Constantinovich.

La vida se complicó para la familia Paley. Cierto día un grupo de bolcheviques molestaron y violaron a la pequeña Natalia Pavlovna, que tenía 13 años. Aquella violación marcó el resto de su vida. Continuar en Rusia significaba morir. Por eso la Princesa de Paley decidió huir con sus hijas. Caminaron durante tres días y tres noches hasta llegar a Helsinki. Allí estuvieron unos pocos días. Tenía que arreglarlo todo para trasladarse a París. Allí llegaron en la primavera de 1919.

Con sus dos hijas a salvo, la Princesa de Paley ayudó a todos los refugiados rusos que llegaron a París. En esta ciudad falleció en 1929. Su hija mayor, Irina Pavlovna, se casó con el gran-duque Teodoro Alexandrovich Romanov. Se divorciaron y, en 1936, se casó con el conde Hubert Conquéré de Montbrison. De su primer matrimonio nació el gran-duque Mikhail Feodorovich y del segundo Irene.

Nuestra protagonista, Natalia Pavlovna Romanova -conocida como Nathaley Paley-, se trasladó de París a Biarritz. Allí conoció al modisto Lucien Lelong (1889-1958). En su taller de alta costura se formaron, entre otros, Christian Dior, Pierre Balmain y Hubert Givenchy. Lelong vistió a Greta Garbo, Gloria Swanson, Colette o Rose Kennedy. Lelong estuvo casado, antes de conocer a Nathaley Paley, con Anne-Marie Audoy. Lelong era homosexual. Para evitar rumores decidió casarse por primera vez. El matrimonio Lelong-Paley fue de conveniencia. Desde la violación en San Petersburgo Nathaley Paley odiaba a los hombres y cualquier contacto físico le repugnaba. A Lelong le gustaba más mantener relaciones sexuales con jóvenes apuestos. Se compenetraron perfectamente de 1927 a 1937, año en el que decidieron divorciarse.

Gracias a su espléndida figura se convirtió en la musa de Lelong y de la revista Vogue. Paley fue, durante esos años, la gran dama de la alta costura parisina. Gracias a esto conoció a Jean Cocteau, Marie-Laure de Noailles, Charles de Noailles, Arthur Rubinstein, y Serge Lifar, entre otros. Y es en este punto cuando tenemos que detener nuestra narración y hablar de los otros tres protagonistas.

Será la próxima semana....