Erik Prince nacido el 6 de junio de 1969 en Michigan, ha jugado un papel relevante a nivel de seguridad privada. Fundador de Blackwater en 1997 y que actualmente es conocida como Academi, fusionada con Triple Canopy formando Constellis Holdings. La contratista privada más importante del Departamento de Estado de los EEUU con el ejército privado más poderoso del mundo. Fue conocida también bajo los nombres de Blackwater USA, Blackwater Worldwide y Xe Service LLC. Ejerció como director ejecutivo y después pasó a convertirse en presidente de la junta directiva hasta 2010 cuando Blackwater fue adquirida por un grupo de inversores.
Esta empresa ganó notoriedad durante la guerra de Irak al ser contratada por diplomáticos estadounidenses, al igual que por funcionarios, para su protección. La agencia de servicios militares desplegó unos 900 efectivos en Irak efectuando detenciones y operaciones que desataron una gran polémica en EEUU.
Erik Prince exmilitar estadounidense, fue oficial en la Armada de los EEUU y miembro de los Seal. Forma parte de una de las familias más adineradas de Michigan y su gran su fortuna es, en gran parte heredada de su padre Edgar Prince, que fue un ingeniero y un fabricante líder en máquinas de fundición y sistemas interiores para fabricación de automóviles.
Estuvo al servicio de la CIA en ciertas misiones de alto riesgo con el fin de “controlar” terroristas. Prince es un viejo amigo de Donald Trump quien en cierto momento ayudó al expresidente a recopilar cierta documentación sobre políticos de Estados Unidos, a través de la “Operación Seddon”. Su hermana Betsy DeVos fue secretaria de Educación del expresidente norteamericano.
Implicado desde hace años con Venezuela se reunió en México con el asesor de Nicolás Maduro, Jorge Rodríguez. En 2019 viajó a Caracas para reunirse con Delcy Rodríguez, convirtiéndose en uno de los negociadores para la liberación de los seis directivos apresados de CITGO Petroleum Corporation, la empresa que comercializa gasolina y petroquímicos venezolanos y cuya ubicación se encuentra en Estados Unidos.
Iván Antonio Simonovis es un exsecretario de seguridad ciudadana de Caracas y fue encarcelado como preso político durante las presidencias de Hugo Chávez por los sucesos de Puente Llaguno conocidos como “la masacre del Silencio” y posteriormente por Nicolás Maduro. Permaneció como recluso durante nueve años en el Helicoide, en una celda de 2x2 metros. En la prisión de tortura (el Helicoide) se convirtió en un férreo defensor de los derechos humanos. Según el mismo describía “comercializar ese sufrimiento dice mucho de la calidad humana de los investigadores de franelas”.
EL 20 de septiembre de 2014, para continuar con un tratamiento médico por enfermedades crónicas que se agravaron tras permanecer en prisión, se le concedió el cambio a arresto domiciliario por la cárcel. Posteriormente, planificó su huida, en la que colaboraron más de treinta personas llegando a EEUU. “Aterricé en mi libertad”, manifestó.
Tanto Erik Prince como Ivan Simonovis se han convertido en las cabezas visibles, junto a otros militares y un grupo de hackers encabezados por Astra, nombre conocido en círculos del ciberespacio asociado a hazañas hacking como expertos en seguridad informática que sacaron a la luz toda la información sobre Nicolás Maduro y el SEBIN (Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional).
Posicionaron en una web llamada “Ya casi Venezuela” con una “cuenta regresiva” en la que informaban que Venezuela está a punto de cambiar su rumbo para cumplir con la voluntad del pueblo venezolano, mostrando un mensaje contundente: “al régimen se le acabó el juego, esta vez es distinto. Ya casi Venezuela”
En los círculos cercanos a ambos, se rumorea que una asociación de militares, llamada Carive, puede unirse a esta iniciativa dado que muchos de estos cuerpos militares fueron encarcelados por el régimen de Maduro. Son procesados por delitos como terrorismo o traición a la patria, violando así el Código Orgánico de Justicia Militar, pues son infracciones complejas y con mayores penas de las que contempla la legislación venezolana.
Tras el asilo político de Edmundo González Urrutia en nuestro país por las presiones y presuntas extorsiones por parte del régimen chavista, parte de las supuestas negociaciones le impidieron la salida de una de las hijas, junto con su núcleo familiar, que aún permanecen en Caracas en una situación de “rehenes”. Un hecho que explicaría el comunicado del opositor escrito de una manera extremadamente cuidadosa protegiendo a su entorno familiar.
Qué no quede dudas de que este movimiento nada ni nadie podrá detenerlo.
— Ya Casi Venezuela (@yacasivenezuela) September 10, 2024
Los venezolanos seremos testigos y protagonistas del fin del régimen.
Los detalles de cómo colaborar se darán SÓLO por los canales oficiales. Los pronunciamientos próximos y sus protagonistas, serán… pic.twitter.com/qhJU083fYL