Opinión

Año Nuevo

El día de hoy tiene el honor de ser el primer día laborable del almanaque pues ayer, día uno de enero, de nuevo comenzó en nuestro calendario Gregoriano un nuevo año. Es frecuente por mucha gente, deseosa de materializar cambios en su vida, en este momento establecer nuevos propósitos o mejor dicho establecer de nuevo el mismo propósito que se estableció por estas fechas el año anterior, obviamente para nuevamente incumplirlos, sino dónde está la gracia.

Entre los más habituales nos encontramos con el objetivo de reducir el consumo de tabaco y alcohol, aprender el idioma de la Pérfida Albión, no acumular más kilos y a ser posible adelgazar, gastar menos y ahorrar, o el clásico por excelencia de ir con regularidad al gimnasio.

Desde aquí, para no repetir los tan manidos e incumplidos que he mencionado u otros de la misma o parecida naturaleza, propongo para este nuevo año que ayer comenzó un propósito diferente, o por lo menos así lo veo yo.

Es el siguiente:

Dado que solemos convertirnos en lo que en gran medida son las personas con las que nos juntamos, el propósito sería el de solo compartir nuestro tiempo en la mayor medida posible, pues a veces no queda otra, únicamente con personas que de verdad merecen la pena, es decir con personas de alta calidad humana.

Y dirás ¿Quién determina quien lo es? A lo que te responderé que has equivocado por completo la pregunta, pues dado que la respuesta no es única ni la misma para todo el mundo, la correcta que te debes hacer para resolver tal incógnita es ¿Quién de verdad me gustaría que fuere uno de los posibles candidatos a portar mi ataúd, tras mi muerte, el día de mi entierro? Y con todo aquel que honestamente y sin autoengaño no te gustaría que lo hiciera, ya despejaste la duda y sabes que no es para ti una persona de alta calidad humana.

Las malas compañías corrompen las buenas costumbres, y es curioso cómo no habiendo ningún buen padre ni ninguna buena madre que no procure salvaguardar a sus hijos e hijas de las malas compañías, valga a tal efecto el ejemplo del interés de cualquier progenitor en alejar a sus vástagos de amistades consumidoras de drogas, ni por asomo en cambio para con ellos mismos ponen en práctica la misma estrategia de prudencia que predican en tanto en cuanto no dudan ni rehúyen compartir su tiempo con personas tóxicas, imagino que debe ser porque se consideran ya muy adultos y muy maduros. Y entiéndase por persona tóxica no solo aquel que te perturba emocionalmente, que también, sino incluso aquella que no te aporta nada; es decir aquella que si un día no la ves ni la escuchas ni pierdes ni dejas de ganar, su presencia en tu vida es como condimentar la ensalada con aire.

Así que ahí dejo, para quien lo quiera y quien no lo quiera me parece perfecto y tiene todo mi respeto, un propósito para este año 2025 que comienza, el de prescindir e ignorar, e incluso sacar de nuestras vidas, a todos aquellos que a uno emocionalmente le resultan indiferentes, molestos o incómodos, por pequeña que sea la molestia e incomodidad.

Y cada día que a uno de estos pelmazos lo mandas a tomar frescos vientos, desde el cariño para contigo mismo, si para celebrarlo te fumas un cigarro, te tomas una copa, te inflas a grasas o a chocolate, o no vas al gimnasio es un día en que te sentirás muy feliz y sobradamente habrás cumplido con el propósito aquí propuesto para este nuevo año que, si deseo ser sincero y hacerlo de verdad desde el corazón, solo a la inmensa mayoría de todos los humanos se lo deseo venturoso.