Aunque seamos repetitivos, el tercer partido ha sido igual de complejo e igualado que los dos anteriores. En una primera parte muy completa, las chicas de Robert Cuesta consiguieron dominar, aunque con muchos apuros iniciales. Salvar la entusiasta defensa saguntina no fue fácil, aunque al final los cambios y las rotaciones dieron su fruto y consiguieron las vallesanas alcanzar 5 goles de ventaja (13-8, 14-9 y 15-10) pero las levantinas lograron rebajar la desventaja a sólo tres al final del primer tiempo: 16-13.

En la reanudación todo cambió. Fundamentalmente porque Robert Cuesta debía empezar a rotar mucho más si quiere mantener a sus jugadoras al 100% de cara al encuentro de semifinales. Esos cambios y el evidente empujón de las valencianas hicieron que el marcador se ajustara y se pusieran a un solo gol de distancia (18-17). A partir de allí ventajas que fluctuaban entre el gol y los tres goles, pero siempre con la sensación en el cuerpo de que el Granollers no tenía controlado, y mucho menos cerrado, el partido.
Como siempre, no sabemos si lo de rotar va bien o no, aunque sea más que necesario. Pues también pudimos apreciar como “el equipo teóricamente titular” tuvo que volver a pista y emplearse a fondo para poner las cosas en su sitio. Eso sí, contó con la extraordinaria ayuda de la portera, Goundo Gassama, que dio todo un recital al nivel que nos tiene acostumbrados su compañera Marta Mera. La salida del “equipo A” y Goundo fueron suficientes para ponerse a 5 goles de ventaja fallando 5,20 minutos para el final y administrar esa diferencia para acabar venciendo por 32-27.

Ahora, solo resta esperar un par de horas para conocer cuál será la rival de las semifinales, que surgirá del próximo partidazo y, presumiblemente, el más duro, que disputarán las navarras del Beti Onak contra las gallegas del Atlético Guardés que, hasta el momento, se muestran intratables en la Liga Guerreras: 18 victorias y una sola derrota.