El Instituto Nacional de Estadística (INE), en su censo de julio de 2022, publica que en Cataluña residen 5.743.402, 830.419, 786.596 y 439.727 habitantes en Barcelona (BCN), Tarragona (TGN), Girona (GRN) y Lleida (LRD) respectivamente.
La Cuarta Disposición Transitoria del Estatut d’Autonomia de Cataluña, en su página 154 (APÈNDIX: "Disposicions transitòries de l’Estatut d’autonomia del 1979 que es mantenen vigents"), señala lo siguiente: "Les circumscripcions electorals seran les quatre províncies de Barcelona, Girona, Lleida i Tarragona. El Parlament de Catalunya estarà integrat per 135 diputats, dels quals la circumscripció de Barcelona elegirà un diputat per cada 50.000 habitants, amb un màxim de 85 diputats. Les circumscripcions de Girona, Lleida i Tarragona elegiran un mínim de sis diputats més un per cada 40.000 habitants, i els seran atribuïts 17, 15 i 18 diputats, respectivament." A día 30 de septiembre de 2024, el texto original y oficial puede encontrarse aquí: https://www.parlament.cat/document/cataleg/48089.pdf
El reparto actual de diputados en Cataluña
Esto significa que el Parlament de Catalunya estará compuesto por 135 diputados, de los cuales Barcelona solo podrá aportar uno por cada 50.000 habitantes, con un límite máximo de 85, siempre que su población supere los 4,25 millones de personas. Mientras tanto, Tarragona, Girona y Lleida aportarán 6 diputados fijos, además de un diputado adicional por cada 40.000 habitantes, con un mínimo de 18, 17 y 15, respectivamente.
Sin embargo, la Cataluña descrita en el Estatut solo sería democrática si Barcelona tuviera esos 4,25 millones de personas y Tarragona, Girona y Lleida contaran con 900.000, 850.000 y 750.000 habitantes, respectivamente. Esa Cataluña está lejos de existir. En la Cataluña real, Barcelona tiene un 35% más de población sin representación, Tarragona y Girona un 8% menos y Lleida un 41% menos, casi la mitad.
El reparto matemático que debería ser
Si se siguiera un reparto democrático según la población, BCN, TGN, GRN y LRD deberían tener 100, 14, 13 y 8 diputados, respectivamente. Pero, siguiendo el texto literal del Estatut, LRD debería aportar un diputado más que en la actualidad y el doble de lo que correspondería por población, es decir, 16 diputados. TGN y GRN aportarían 26 y 25 diputados, respectivamente, y BCN tendría 17 diputados menos que ahora, es decir, solo 68; 32 diputados menos de lo que sería justo.
Este reparto literal crearía una Cataluña en la que LRD tendría un diputado por cada 27.000 habitantes, mientras que BCN tendría uno por cada casi 85.000 habitantes. Según este reparto, los 2 millones de habitantes de TGN, GRN y LRD aportarían, en conjunto, 73 diputados, mientras que los casi 6 millones de BCN solo aportarían 62. Sería muy difícil de explicar.
¿Porqué no hay Ley Electoral catalana?
¿Por qué no se actualiza el reparto, si el Estatut lo establece de forma clara? Porque ya resulta un agravio que el reparto actual sea de 85, 18, 17 y 15, como para que pase a ser de 62, 28, 27 y 18, y tener que explicar que llevamos 45 años robándoles la voz y la representatividad a los barceloneses. ¿Por qué no se ha elaborado la Ley Electoral catalana cuando el resto de las autonomías disponen de una propia?
Y cuando ya no se pueda ocultar y este latrocinio entre en debate, ¿cómo es posible que una injusticia tan grande y un robo tan flagrante al pueblo no haya sido denunciado ni ante el Tribunal Supremo ni ante el Defensor del Pueblo? Se iniciará el proceso de sustitución de las provincias por veguerías, y volveremos a empezar con algún truco matemático para robarles la voz a los sufridos barceloneses. Porque, para pagar, sí se aplica la máxima de "un hombre, una renta, un impuesto". Pero, para votar…
¿Y la oposición...? ¿Sabe siquiera sumar y multiplicar? Porque solo hace falta eso y mostrar interés en hacer justicia y repartir los escaños según los votos y no según antiguos y extraños intereses que solo benefician a ciertas formaciones políticas.
Pues ni eso.