El consistorio barcelonés también ha expresado que las celebraciones litúrgicas -en este caso, la Misa Solemne en honor de la Patrona de la ciudad- no deben aparecer en el programa oficial de las fiestas "dada su vocación popular y laica". Así lo comunicó el alcalde Collboni, el pasado mes de julio, a través de una carta a las comunidades religiosas que se dirigieron al Ayuntamiento para pedir que la misa de la Mercè volviera a los contenidos del programa.
Cabe recordar que fue la alcaldesa Ada Colau quien con su llegada al consistorio anunció por primera vez que no asistiría a la misa e hizo que desapareciera del programa oficial. En ese momento, el ayuntamiento alegó que la desaparición del programa suponía una herramienta de modernización del ayuntamiento y una forma de garantizar la aconfesionalidad de los poderes públicos.
El pasado año, Jaume Collboni decidió asistir a la misa como alcalde, acompañado de los concejales de la mayoría de grupos políticos que, de nuevo, volvían a lucir la banda roja que les distingue en su cargo. La foto es la foto.
En cualquier caso, parece ser que los políticos barceloneses van a celebrar la fiesta de la patrona de la ciudad, en el día de su santo, pero no porque sea Santa ni Patrona, si no por su laicidad. Vamos, una incongruencia más del gobierno socialcomunista de Barcelona, apoyado por ERC, que no quiere “herir sensibilidades” pero sí lo hace cuando las sensibilidades son de carácter católico.