La verdadera historia de la dimisión de Rufián como concejal: no quiere moverse de Madrid

¿Por qué Gabriel Rufián deja la concejalía de Santa Coloma?

La noticia saltó ayer viernes cuando la dirección de Esquerra Republicana de Catalunya de su localidad, Santa Coloma de Gramanet, anunció que Gabriel Rufián renunciaba a su acta como concejal de su pueblo natal después de haber negociado su dimisión con Junqueras y la nueva directiva “nacional” republicana. Hasta ahí la noticia. Fría, seca, sin aristas. Pero falta el contexto y las letras que rellenan cualquier historia.

ruf 3

La realidad es que ERC presentó en mayo del 2023 a Gabriel Rufián como el gran opositor al dominio de mayorías absolutas repetidas (o casi) de los socialistas catalanes en Santa Coloma de Gramanet para enfrentarle, nada menos, que a Nuria Parlón, la hoy consellera de Interior del Gobierno de Salvador Illa. ERC convirtió a Rufián en la “gran esperanza blanca”.

Un castellano parlante, un “charnego”, representando a unos separatistas (ERC) en una ciudad de 120.000 habitantes pegada a Barcelona y Badalona en la que se habla español hasta en sueños. Y, como era de prever, la cosa no salió bien: ERC ganó un concejal (de 3 a 4) pero sigue en la oposición “chupando rueda” y “comiendo barro”, como se dice en el argot ciclista.

Todo fue una “operación limpieza” pertrechada por los gurús de ERC de entonces con Marta Rovira y Aragonés a la cabeza. La cuestión es que esperaban que el “amigo Rufián” se la pegara y que tuviera que dimitir de su portavocía en Madrid para dedicarse a su pueblo y pudieran colocar allí (en el Congreso) a un portavoz algo más afín. Pero el gato Rufián ha demostrado tener muchas vidas y habilidades y ha resistido a la hecatombe de sus antiguos dirigentes y ha recuperado el visto bueno y apoyo del nuevo presidente: Oriol Junqueras.

Es obvio que los tuits pueden soportar todo lo que uno quiera escribir, pero la única realidad política es que Gabriel Rufián no quería estar un minuto más en ese Ayuntamiento ejerciendo de oposición pura y dura ante el rodillo socialista. Ni estaba preparado ni tenía ganas ni corazón. ¿He dicho corazón?

Pues sí, el corazón, el suyo, ha sido parte importante en esta historia. No se preocupen, no debe pasar por quirófano ni nada por el estilo. Al contrario, lo que realmente ha pasado es un par y medio de años desde que visitó la vicaría (o lo que fuere) para casarse en segundas nupcias con su nuevo amor: Marta Pagola.

Años antes Gabriel Rufián se casó con su pareja de siempre, Mireia Varela, con la que tuvo un hijo que hoy en día tiene 14 años.  Vivian y eran felices en Sabadell (Barcelona) hasta que durante el 2018 conoció a la que era la responsable de prensa del PNV en el Congreso de los Diputados en Madrid, Marta Pagola y, por el motivo que fuera, se divorciaron. A partir de entonces Rufián hace vida, práctica y exclusivamente, en Madrid tras el flechazo con la periodista vasca con la que se casa en junio del 22 y tiene un hijo desde hace un año.

Esa es la real causa: Marta y Gabriel, junto a su hijo, viven en Madrid y el esquerrà no está para muchas idas y venidas a Santa Coloma de Gramanet a ejercer de oposición municipal cuando esa tarea fue un envenenado gol “rovirista” que ha solucionado su amigo, su presi, Junqueras.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado. No se crean nada de que el señor Rufián se va a dedicar exclusivamente a Madrid porque el mundo se lo demanda, como pone su tuit colgado hoy para despedirse de los colomenses que aún confiaban en él: “Hoy dejo de ser regidor a Santa Coloma porque con la que está cayendo (y caerá) toca centrarse en el trabajo al Congreso.” La verdad es que quiere estar en Madrid al lado de su bebé y sólo volver a Barcelona para ciertos actos políticos ineludibles o para visitar a su hijo mayor.

Más en Barcelona