Según informa la propia web del Ayuntamiento de Barcelona, para garantizar la buena hidratación de los animales se han puesto más abrevaderos en las instalaciones y se renueva con más frecuencia el agua para mantenerla fresca. También se ha intensificado la limpieza y renovación de las zonas de baño y los fangales.
Según la especie, se añaden otras medidas, como el remojo con mangueras y aspersores o la puesta en funcionamiento de ventiladores en las estancias interiores. En cuanto a la alimentación, se ofrece fruta congelada, helados de caldo y de zumo de fruta a los primates, bloques de hielo con fruta para las jirafas y granizados de gusanos para las mangostas y las suricatas.
Ahorro de agua
De manera paralela, el Zoo ha ido reduciendo el consumo de agua. Entre las medidas que se han tomado, está la implantación de un sistema de monitorización del consumo de agua y de escapes, el riego por goteo y la introducción de vegetación con menos necesidad hídrica. De esta manera se ha pasado de un consumo diario de 1.500 metros cúbicos en el 2018 a los 900 metros cúbicos actuales.
Desde hace unos meses, el recinto también participa en el proyecto financiado por la Unión Europea a través del programa LIFE. Dispondrá de una planta piloto de regeneración de agua proveniente de la limpieza de las instalaciones que utilizará las plantas y los microorganismos como sistemas naturales de depuración. Se prevé que entre en funcionamiento el verano del 2025, con un coste de 2,7 millones de euros.