Según refieren fuentes hospitalarias, los padres de la niña la llevaron al CAP de Roses un par de días antes de su muerte con malestar estomacal, pero fue dada de alta a domicilio por los síntomas que presentaba. Dos días después, la noche del martes, la familia regresó al ambulatorio, ya que la niña además del dolor de estómago, también tenía fiebre.
Entonces, según las mismas fuentes, los pediatras del CAP la derivaron con ambulancia al hospital de Figueres. Desde el hospital de Figueres, al ver el estado de la niña, pidieron otra ambulancia por paciente crítico para trasladarla hacia el hospital doctor Josep Trueta de Girona. Pero este traslado no llegó a realizarse porque la niña murió poco después de haber llegado a Figueres.
A raíz de los hechos, los padres de la niña han presentado una denuncia en el juzgado por saber si ha habido mala praxis de los médicos que la atendieron y también han pedido la autopsia, lo que ha sido aceptado por el juzgado. Actualmente se está a la espera del resultado de la autopsia.