La última la tenemos cuando hace pocos minutos la dirección de Junts ha sacado un comunicado en el que manifiestan “No es viable sustituir un gobierno en minoría por otro gobierno en minoría porque hay el riesgo de que la ciudadanía crea que se trata de un simple cambio de sillas". Para eso han necesitado varias semanas de sesudos análisis. Resumiendo, que el promotor de todo el lío de la moción contra Silvia Orriols retrocede, en un alarde sin precendentes de “seny” y “justícia democràtica”.
¿Acaso Junts y Puigdemont han hecho un cálculo de contingencias (o daños posibles) que podría sufrir su formación si pone Ripoll en manos de los “botiflers” de ERC y de los “ñordos” del 155 PSC-PSOE? Es más que probable que esa haya sido la consecuencia de la marcha atrás, de ese “coitus impterrumptus” a la ripollense.
Se imaginan ustedes a Silvia Orriols, con mucho tiempo libre, dando la vara en Ripoll, en toda la provincia de Girona y en toda Catalunya, explicando que los que se las dan de indepes del lazo amarillo castigados por la España ñorda son unos auténticos asesinos políticos de independentistas de pedigrí como lo es ella y su Aliança Catalana?.
Carles Puigdemont se lo debe haber pensado tres veces más y ha soltado aquello de donde digo digo, digo Diego, dejando con el culo al aire a sus compis necesarios y enemigos acérrimos: ERC y PSC, que se habían apresurado en darle apoyo y, al final, no les quedó más que aceptar esa pequeña extorsión (una más en la lista de extorsiones Waterloonianas) en pos de un felicidad eterna y la salvación del pobre pueblo de Ripoll oprimido por la alcaldesa Orriols.
Por cierto, el papelón del PSC de Illa dando el ok a su participación en la moción de censura y en el nuevo gobierno de Ripoll para que, un día después, Puigdemont le haga rectificar es digno de grandes estrategas de tortazo a mano abierta asegurado. Sánchez juega con todo el mundo y Puigdemont, también.
Quién con niños se acuesta…. meado se levanta.