Estas son las últimas noticias, no desmentidas por nadie del “aparato” PSC de Girona ni de Barcelona, si no todo lo contrario en estas últimas horas que demuestran que los días de la presidenta de Aliança Catalana, Silvia Orriols, como alcaldesa de Ripoll están más que contados. La moción de censura está ya definida y, al parecer, también las carteras, obligaciones, asesores y demás “compromisos” a los que han llegado las tres formaciones.
Por lo que se sabe, Junts se queda con la alcaldía y ERC y PSC entran en el gobierno llevando las carteras más relevantes. Como alguno de ellos ha señalado en los últimos días: “lo único importante es quitar la vara de mando a Silvia Orriols y erradicar el discurso del odio de Ripoll”.
En cualquier caso, Ripoll tendrá dos años (hasta las próximas municipales) para ver si los nuevos gobernantes hacen más por su pueblo que Silvia Orriols hasta la fecha y, a la vez, Silvia Orriols tendrá una magnífica oportunidad desde el atril del Parlament de Catalunya, ayudada por las redes sociales y un nuevo papel de víctima del sistema, para lanzar un discurso que no será del odio, pero sí de venganza hacia los tres secundadores de la moción de censura. En dos años y poco veremos el resultado de la jugada de todos los participantes.
Otra de las grandes evidencias que deja este caso, es la poca fuerza que tiene el PSC ante cualquier ofensiva de los compañeros de viaje que aguantan a Sánchez en la Moncloa y a Illa en Cataluña. Una demostración más de que el socialismo catalán y español son marionetas movidas por Puigdemont y Junqueras.
