La corrupción está bloqueando el progreso
El Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) de 2024 muestra que la corrupción es un problema peligroso en todas partes del mundo, pero que en muchos países se están produciendo cambios para mejorar. El IPC clasifica a 180 países y territorios de todo el mundo según sus niveles percibidos de corrupción en el sector público. Los resultados se expresan en una escala de 0 (altamente corrupto) a 100 (muy limpio).
En términos de los indicadores utilizados, la disminución de España se debe principalmente a su caída en los parámetros evaluados por IMD World Competitiveness Yearbook, PRS International Country Risk Guide y Varieties of Democracy Project.
Aunque no se han registrado retrocesos significativos en la legislación anticorrupción, tampoco ha habido avances notables. La disminución de cuatro puntos en el IPC de España se explica por una combinación de factores que reflejan tanto un estancamiento a nivel nacional como un desmantelamiento de algunas administraciones en Comunidades Autónomas (más información en Nota de Prensa).
La situación de la corrupción en España, de mal en peor
La mejor puntuación española se obtuvo en 2000 y 2002, con el gobierno entonces de José María Aznar, con 70 y 71 sobre 100, ocupando el puesto número 20 del mundo. Es decir, España estaba entre las 20 naciones del mundo con menos corrupción institucional, tras salir de una etapa de gobierno de Felipe González. Esa puntuación se mantuvo durante los siguientes años y, a partir del gobierno de Pedro Sánchez, ha caído en barrena hasta ese puesto 56.
Hoy en día una puntuación de 56 sobre 100, da a España el aprobado justito y pone encima de la mesa que no es sólo una percepción de los propios españoles la corrupción si no también a ojos de los observadores internacionales. En cualquier caso, hace retroceder a nuestro país del puesto 46 al 56. Diez lugares en un ranking que nos hace mucho daño a ojos de todo el mundo y nos da menos fiabilidad y credibilidad como país.
Dinamarca, Finlandia y Singapur, casi sin corrupción. Mientras que Venezuela, Sudán del Sur y Somalia, las más corruptas del mundo
Dicho ranking lo lidera, con 90 puntos, Dinamarca seguido de Finlandia (88) y Singapur (84). Por el extremo contrario, los países más corruptos son Sudán del Sur (8), Somalia (9) y Venezuela, como no, con 10 puntos. Afganistán, por ejemplo, tiene una puntuación de 17 este año, con un cambio de -3 respecto al año pasado, lo que significa que ocupa el puesto 165 entre 180 países. Rusia ocupa el lugar 154 del ranking con una paupérrima puntuación de 24 puntos, mientras que Ucrania ocupa el puesto 100 y China el 76 de 180 con 43 puntos.
En resumen, sólo 57 países aprueban y otros 123 suspenden, lo que demuestra que la calidad de la gestión pública y la corrupción es un mal endémico en todo tipo de regímenes, incluido el democrático de España que empeora, año tras año, después de haber liderado las primeras posiciones del ranking en épocas con otros gobiernos de distinta ideología que el actual de Sánchez y sus satélites.