El acontecimiento fundacional: la nación mexicana
A continuación, relata la expedición de Hernán Cortés y a ese episodio lo reconoce como que "fue sin duda un acontecimiento fundacional de la actual nación mexicana" para, a continuación, afirmar "pero tremendamente violento, doloroso y transgresor". Permítame asegurarle que también fue violento y doloroso para los 400 españoles que arriesgaron sus vidas adentrándose en un territorio hostil. Por muchos mosquetones, caballos y perros que tuvieran estos caballeros, nada podrían haber hecho delante de todo un imperio azteca y sus miles de combatientes sin la inestimable ayuda de las tribus que estaban sometidas y esclavizadas a una cultura (la azteca) que si bien mostraba grandes avances en conocimientos para la época, a la par se mostraba cruel con sus vecinos con sus prácticas antropófagas que mantenían aterrorizada la región. De esta manera, más de 80.000 aliados indígenas, entre los totonacas y los tlaxcaltecas, a los que se unieron centenares de cholultecas, vieron en Hernán Cortés más que un conquistador a un libertador. ¿Les va a exigir también a los descendientes de esos indígenas que pidan perdón por sus acciones violentas durante las batallas en la caída de Tenochtitlan?
Supongo que entenderá que toda lucha (y más si es para sobrevivir) es violenta y dolorosa. En las calles de su hermoso país al que usted ha tenido el deber y honor de dirigir se viven escenas diarias de violencia y dolor y no vemos que usted ni su gobierno pidan perdón por ello.
Todo el mundo sabe que por desgracia en todas las guerras se cometen atrocidades, "crímenes y atropellos”, como indica usted en su carta y por eso es tan de valorar la paz que vino después de la conquista. Le recuerdo que el territorio mexicano prehispánico era un territorio de eterna guerra entre tribus rivales. Con la paz de los españoles vino el progreso, y con el progreso el bienestar para todos, sí, para todos, inclusive para los más pobres o a los indígenas a los que dice usted defender ya que es notable y documentada la innumerable cantidad de escuelas, hospitales, ciudades e industrias que se fundaron en su hermoso país que para entonces era una provincia (y de las más destacadas) del reino o imperio español y no una colonia como usted la describe.
Vasallos libres de la Corona
Ya en la continuación de su misiva sus afirmaciones derivan ya en la descarada defensa de la leyenda negra que, a partir del libro de Bartolomé de la Casas (cuyo contenido es poco fiable según los historiadores más serios por exagerado y falto de veracidad) las potencias anglosajonas enemigas de España airearon por el mundo. Habla usted de que: "se cometieron incuantificables violaciones a las leyes entonces vigentes" en el Virreinato, cosa que está a la orden del día en su propio país donde las mafias campan a sus anchas y cada día desaparecen personas.
Dice que: "se impuso la fe". ¿No le parece lógico en el siglo XVI y posteriores? ¿No fue uno de los principales motivos por el cual Isabel de Castilla dio su visto bueno al viaje de Colón? ¿No hicieron lo mismo otros países como los anglosajones a los que ustedes no exigen nada aunque les robaron, literalmente, más de la mitad de su territorio nacional (Texas, California...)? ¿Por qué ese silencio?
Se lamenta de que: "se construyeron templos católicos sobre las antiguas pirámides y con los materiales de éstas". No veo una mejor fórmula para borrar los horripilantes crímenes antropófagos que se cometieron en esas pirámides, aunque como usted y la mayoría de turistas que vienen a su país saben, no todas las pirámides se derribaron.
Para rematar denuncia que: "se instauraron la esclavitud y las encomiendas" cuando todos los historiadores serios saben que todos los países europeos usaron la esclavitud de manera encubierta o no. La historia de todos los países pasa por injusticias y sometimiento. España no fue una excepción como tampoco lo fue ninguna de las potencias europeas, ni tampoco su país. México que consiguió la independencia en 1810 no abolió la esclavitud hasta 1813 y en la actualidad, la gente pobre mexicana vive en un estado de semi-esclavitud delante de los poderosos. Muchos desean emigrar y buscan escapar de su vida miserable.
Las encomiendas ya se usaron en la península en la reconquista y cabe aclarar varias cosas: La reina Isabel I de Castilla prohibió la esclavitud de la población nativa y consideró a los indígenas "vasallos libres de la corona". por lo que desde la metrópoli española se estableció el sistema de la encomienda por el que los indígenas eran encomendados a trabajar para los españoles. Estos tenían obligación de cristianizar y tratar dignamente a los indígenas, aunque según los testimonios de la época la segunda de estas obligaciones era incumplida en ocasiones por lo que el encomendero era más tarde sancionado.
En 1527 surge una nueva ley que determina que la creación de cualquier nueva encomienda habrá de contar necesariamente con la aprobación de religiosos, sobre quienes recae la responsabilidad de juzgar si a un colectivo concreto de indios les podría ayudar a desarrollarse una encomienda, o si resultaría contraproducente.
Leyes para proteger a los indígenas
Posteriormente, debido a las protestas realizadas entre otros por Bartolomé de las Casas, en 1537 se promulgó la bula Sublimis Deus del para Paulo III, en la que se declara la humanidad de los indígenas, En 1542 Carlos I, tras 50 años de existencia de la encomienda, considera que los indios han adquirido el suficiente desarrollo social como para que todos los indios deban ser considerados súbditos de la Corona como el resto de españoles. Por eso, se crean en 1542 las Leyes Nuevas, donde queda consignado que:
- No se asignarán nuevas encomiendas, y las ya existentes habrán de morir necesariamente con sus titulares.
- Quedan suprimidas aquellas encomiendas que obraban a favor de miembros del clero, de funcionarios públicos, o de personas sin título de conquista.
- Se limita considerablemente el importe de los tributos que habían de satisfacer los encomendados.
- Es abolida definitivamente cualquier forma de esclavitud que pudiese quedar, así como cualquier otra categoría de trabajo forzoso.
Los nuevos virreyes llegaron a América con órdenes expresas de que se cumplieran estas leyes, lo contrario que había pasado con las anteriores, llegando a haber una guerra en Perú entre los encomenderos y los leales al rey en 1544 capitaneada por Gonzalo Pizarro y otra en 1553 capitaneada por Francisco Hernández Gijón. Mientras, en el Virreinato de Nueva España, el virrey Luis de Velasco y Ruiz de Alarcón liberaba a 15 000 indígenas.
No hubo saqueo ni racismo
Continua su denuncia: "se realizó un sostenido saqueo de las riquezas naturales, particularmente por medio de la minería" y esta afirmación no se sostiene ya que explotar la riqueza de un territorio propio no es saqueo. ¿O acaso saquean sus agricultores mineros, pescadores mexicanos cuando explotan los recursos de México? En 300 años de presencia española en Hispanoamérica se obtuvo en oro la misma cantidad que hoy en un solo día obtiene una compañía canadiense en las minas de Perú. Y de lo que se obtuvo solo llegó a España la "quinta real" (una quinta parte) que también se usó para la creación y mantenimiento de las infraestructuras, universidades, escuelas y hospitales. Así que si buscan el oro de sus minas lo encontraran en sus pueblos y ciudades.
Y añade: "se implantó un ordenamiento social basado en la segregación de castas y razas", faltando a la verdad. En la Nueva España como en todas las sociedades de su tiempo o incluso actuales el ordenamiento social es, por mucho que nos duela decirlo, por su poder económico. En la nueva España hubo blancos ricos y pobres, mestizos ricos y pobres, indios ricos y pobres. No fue su raza lo que determinó su escala social.
Cultura para todos
Dice: "se impuso la lengua castellana". Más que un descrédito a mí me parece algo muy enriquecedor del que deberían dar las gracias ya que un imperio debía regirse con las mismas leyes, con una lengua común para lograr el progreso. No hubiera sido posible conseguirlo de ningún otro modo. A través de ella todo español en América fuera de la raza que fuera pudo acceder a los más altos grados de cultura de la época.
Y añade: " se emprendió la destrucción sistemática de las culturas mesoamericanas". ¿Cómo explica que hayan llegado entonces hasta nosotros y a nuestros días si se destruyeron a esas culturas? Por supuesto que se neutralizó la antropofagia y los sacrificios humanos que eran parte substancial de esas culturas. También le recuerdo que los españoles redactaron y publicaron la segunda gramática del mundo (después de la española), y esta fue la gramática la nahuatí, editaron diccionarios español-quechua y español-guaraní; con el objetivo que todo el mundo pudiera entenderse ya fuera en las escuelas y universidades, en los hospitales o en la calle. ¿Cómo explica ese interés si como dice usted España destruyó esas culturas? ¿Conoce usted algún tratado anglosajón sobre los idiomas sioux o apache, por poner algún ejemplo?
El Virreinato no fue una colonia
Y acaba nombrando nuevamente al Virreinato como colonia cuando ni en la España Europea ni en la americana jamás se sintió ni se planteó así.
Después de tantas descalificaciones contra España nos hace saber las "virtudes" de su país como modelo de tolerancia y respeto a los individuos y naciones. No estaría mal que abriera los ojos y reconociera que México es uno de los países del mundo con más delincuencia y donde la vida humana tiene menos valor.
Nos alegramos de que celebren su independencia (le recuerdo que quien inició las revueltas eran criollos y no los indígenas, muchos, muchísimos de los cuales lucharon de parte de las tropas reales, tanto como soldados como generales) y que haya establecido el 21 de septiembre como Día de la reconciliación histórica. Deseo que sirva para entender a España como nación hermana y no enemiga de la cual ustedes obtuvieron fe, cultura y lengua de la que hoy pueden sentirse orgullosos. No se las dieron los norteamericanos (léase EEUU) ni los anglosajones a los que tanto admiran que, bien al contrario, les arrebataron parte de su patria sin que oiga de su boca un solo reproche.
La Unión Hispanoamericana, una oportunidad
Para culminar sus desatinos le dice al jefe del Estado español que no pide: " un resarcimiento del daño en pecuniario de los agravios que le fueron causados por España ni tiene el propósito de proceder de manera legal ante los mismos" pero añade: "en cambio, México desea que el Estado español admita su responsabilidad histórica por esas ofensas y ofrezca las disculpas o resarcimientos políticos que convengan.". O sea, humíllate por todo lo malo, aunque de todo lo bueno yo no me acuerdo.
Y culmina con una amenaza: " Por ese motivo, Su Majestad, las actuales autoridades mexicanas elaboran un pliego de delitos que exhibirán ante el Reino de España antes de que finalice el año en curso.". ¡Bonita forma de pedir algo!
Destierren ya la leyenda negra. ¡Despierten! La unión Hispanoamericana es la gran oportunidad de futuro siempre y cuando la América española valore lo que se hizo por ella y los españoles europeos entendamos que somos hermanos.
Atentamente
Carlos Viñallonga Moré, maestro.