Hacia las 4 de la madrugada, el Servei Meteorològic de Catalunya (SMC) emitió un aviso de debido a la "acumulación de lluvia" en el norte de la provincia. Según el aviso, se preveían chubascos que podrían acumular más de 100 litros de agua por metro cuadrado en 24 horas, una situación clasificada con un nivel de peligro de 3 sobre 6. Y verdaderamente acertó. En Port de la Selva se registraron 117 l/m², mientras que en Garriguella, alcanzaron los 106 l/m². Otros pueblos de la comarca, como Vergès y La Tallada d'Empordà, también registraron cantidades significativas, con 112 l/m² y 98 l/m² respectivamente.
Este episodio de lluvias intensas ha sido excepcional para la zona del Cap de Creus, que había experimentado una sequía prolongada en los últimos tres años, con un déficit de precipitaciones del 50%. En 2023, la estación meteorológica de Cadaqués apenas registró 200 l/m², cifras propias de zonas semidesérticas como el cabo de Gata o Marruecos.
El caso de Cadaqués de anoche ha sido provocado por las lluvias caídas en las montañas de alrededor de ese emblemático pueblo costero del Ampurdán catalán. Parece ser que el Ayuntamiento de aquella localidad indicó a los vecinos que no aparcaran sus coches en el paseo de la riera por precaución, pero por lo visto escaso caso se hizo a ese aviso. 32 coches han aparecido amontonados al final de la riera en el túnel que da salida al agua de dicha riera seca al mar. Afortunadamente no hay que contabilizar desgracias personales. En esta ocasión la suerte estuvo de cara: el fenómeno se produjo por la noche, sin circulación de vehículos ni personas.
La alcaldesa de Cadaqués Pia Serinyana ha explicado en RAC1 que, aunque “en el pueblo no ha llovido tanto, la riera -que atraviesa el pueblo de oeste a este- ha bajado muy llena y ha arrastrado a los coches que había aparcados en el paseo”. El problema es que estos coches han acabado provocando un tapón en el puente y el agua se ha empezado a acumular en el paseo de la localidad. “Se nos ha inundado el centro”, ha asegurado Serinyana, que ha añadido que “solo hay daños materiales” y descarta que haya heridos.
Según comenta la gente del lugar hacía mucho tiempo que no se producían esos fenómenos en las montañas de alrededor ni veían bajar la riera llena. En cualquier caso, y tras las indicaciones del gobierno catalán acerca de la confección urgente de planes de emergencia ante situaciones como esta, sería bueno que todos los municipios catalanes, y los costeros de forma especial, tomaran medidas urgentemente para evitar consecuencias irremediables. En el Maresme barcelonés, por ejemplo, este tipo de riadas han costado vida durante muchos años hasta que los ayuntamientos costeros tomaron fuertes medidas restrictivas.