En concreto señalan que esta segunda quincena de agosto, varios grupos de centenares de cigüeñas blancas (Ciconia ciconia), unas aves protegidas por Directivas europeas y nacionales, llegaron a la ciudad de Girona y otros lugares de las comarcas gerundenses como la Garrotxa, el Alt Empordà y la Selva para hacer una parada en su largo viaje migratorio hacia la África (donde encuentran suficiente alimento para pasar el invierno). Los lugares que eligen para hacer el descanso son puntos elevados, a menudo próximos en zonas urbanas, como por ejemplo tejados, campanarios o grúas, pero también las torres de los tendidos eléctricos.
Cuando en el diseño de estas torres no se ha tenido en cuenta esta realidad, el resultado es la electrocución de muchos pájaros, como por ejemplo las cigüeñas blancas o grandes rapaces, como por ejemplo los duques en el Baix Empordà. El motivo es que al pararse, con su enorme envergadura alar (superior al metro), pueden tocar simultáneamente la torre y un cable, recibiendo una descarga eléctrica mortal. El comportamiento gregario de las cigüeñas blancas en estos largos periplos migratorios hace que se paren varios ejemplares en una misma torre y que el resto se pongan en las torres más próximas. El que acaba comportando una reacción en cadena de devastadoras consecuencias.
37 ejemplares de cigüeña blanca muertos
Gracias a la colaboración ciudadana, desde los colectivos ambientales calculan que entre sábado 17 y miércoles 21 de agosto se pararon, como mínimo, unos 300 ejemplares a lo largo de todo el casco urbano de Girona, y centenares más en las comarcas adyacentes. En total detectaron 37 ejemplares de cigüeña blanca muertes enrampats debajo de torres eléctricas en el Gironès, entre la zona de Domeny (Girona) y Sant Gregori, 24 en la Vall d'en Bas (Garrotxa), 4 en Llers y Riumors (Alt Empordà) y 11 en Arbúcies y Bonmatí (La Selva).
Miembros de las entidades ambientales han notificado estas electrocuciones evitables en el Cuerpo de Agentes Rurales, el cual se los permitirá levantar acta y tramitar la denuncia pertinente para que la empresa de suministro eléctrico responsable de las torres tome medidas para corregir y proteger estas instalaciones.
Sólo 3.000 torres eléctricas protegidas de 950.000 en Catalunya
Desgraciadamente, y como ya llevan denunciando las asociaciones naturalistas desde el 2021, hace muchos años que estos episodios de mortalidad se repiten, y afectan a muchas especies de aves (muchas de ellas amenazadas o en peligro de extinción). Hay que hacer hincapié en que esta mortandad se produce en un contexto de pérdida de diversidad galopante a nivel planetario, pero también local. Según los datos el Observatorio de la Biodiversidad, en Cataluña se ha perdido de media en las últimas dos décadas, el 25% de su fauna.
Y todo esto pasa sin que las empresas propietarias de estas instalaciones eléctricas adopten las medidas necesarias para evitar estas electrocuciones. Según datos de la Generalitat, en Cataluña se han registrado electrocuciones de pájaros en 7.000 puntos, pero solo existen 3.000 torres eléctricas protegidas de las 950.000 que hay. Hecho todavía más alarmante cuando una normativa estatal obliga a las compañías eléctricas, desde el 2008, a proteger los apoyos de las líneas para evitar la electrocución de pájaros.
🔴 MÉS DE 70 CIGONYES MORTES PER ELECTROCUCIÓ A LES COMARQUES GIRONINES ⚠️
— Naturalistes Girona (@somnatus) August 23, 2024
Entitats gironines demanem a @gencat que actui i faci complir la normativa d'aplicació de mesures de protecció de les torres elèctriques!
📸 Julia Ferrer i Jordi Bermejo
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