La sabadellense Isabel Perelló Domènech (Sabadell, 1958) tiene a su favor el respaldo que le han brindado 16 de los 20 vocales y la capacidad que se le presupone para generar consensos. Lleva unida a Juezas y Jueces para la Democracia (JJPD) desde hace 33 años, aunque no ha ocupado ningún puesto de responsabilidad en la asociación.
Con cuatro décadas de experiencia en la carrera judicial, ingresó en ésta en 1985 y ocupó destinos en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Mahón (Menorca), en la Audiencia Provincial de Barcelona y en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Magistrada especialista de lo contencioso-administrativo, sirvió en la Sala Tercera del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía con sede en Sevilla (1991) y en la de la Audiencia Nacional (1994).
Es magistrada del Supremo desde 2009. Actualmente integra la Sección Tercera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TS, donde se encarga de los recursos que emanan de organismos reguladores como CNMV, CNMC o Banco de España, entre otros. También se ocupa de los asuntos relativos al Consejo de Transparencia, transportes, telecomunicaciones y subvenciones. Responsable en su mayoría de asuntos económicos, ha tenido un perfil poco mediático durante los 15 años que lleva en el Supremo.
Es coautora de varias obras y ha colaborado en el libro 'La Europa de los Derechos: el Convenio Europeo de los Derechos Humanos', editado por el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales.
Hoy miércoles la magistrada Isabel Perelló Doménech ha tomado posesión de su cargo como presidenta del Tribunal Supremo, y por ende del Consejo General del Poder Judicial, en un acto celebrado en el Salón de Plenos del alto tribunal.
Durante la ceremonia, el hasta ahora presidente en funciones del alto tribunal, Francisco Marín Castán, le ha impuesto el Gran Collar de la Justicia como símbolo de la magistratura, después de lo que Perelló ha ocupado su sitio en la presidencia y ha dado por concluido el acto.