En este sentido, la consejera Pané ha señalado como pilares fundamentales del sistema la atención primaria y la salud pública. El desarrollo de leyes como la de la Agencia de Atención Integrada Social y Sanitaria y el despliegue de la Agencia de Salud Pública de Cataluña serán prioritarios. “Debemos aprobar los estatutos de la Agencia de Salud Pública. Queremos desbloquear una ley que se aprobó hace años, para enfocar nuestras políticas de salud en proteger a los mayores y vulnerables, los niños y la ciudadanía en general, desde un enfoque de salud global, lo que la OMS aconseja y define como One Health”. Es necesario hacer frente a los retos derivados de la emergencia climática: descarbonización y salud ambiental, e implementar una Red de Inteligencia Epidemiológica multidisciplinaria y colaborativa, según ha explicado.
Sobre la Atención Integrada, la consejera ha asegurado que es necesario aprobar la Ley de creación de la Agencia de Atención Integrada Social y Sanitaria, desplegar la atención integrada social y sanitaria en las residencias de mayores y reforzar el papel clave de la atención primaria de salud y de los servicios sociales. Al mismo tiempo, ha destacado que antes de que termine el año, el objetivo es ofrecer nuevas prestaciones odontológicas (empastes y endodoncias) en salud bucodental a las personas en situación de vulnerabilidad, concretamente con discapacidad intelectual y problemas en las extremidades superiores, que se pretenden ir extendiendo progresivamente a toda la ciudadanía durante esta legislatura.
La consejera Pané ha proporcionado datos para contextualizar la situación económica y social actual y tenerlos en cuenta al abordar las prioridades para la transformación del sistema. Así, ha destacado que en Cataluña más de 1,5 millones de personas tienen más de 64 años (19%) y que en 7 años “seremos más de 2,6 millones de personas con más de 64 años (el 24%) y podríamos superar los 3 millones en el año 2070”. Existe una relación directa entre la edad, el número de patologías crónicas y la discapacidad, y un mayor uso de los servicios sanitarios públicos. “La salud varía según los barrios –ha indicado–, la utilización de los servicios sanitarios públicos incrementa con el envejecimiento en todos los niveles socioeconómicos, y nuestro sistema debe proporcionar equidad”.
La consejera de Salud ha argumentado que el sistema de salud catalán tiene fortalezas destacables, como los puestos de trabajo que genera (más de 263.000 profesionales, unos 140.000 en el sector público); que es un sector que aporta riqueza económica: casi el 8% del PIB del país. En el apartado de financiación, Olga Pané ha destacado que el presupuesto anual que se aprueba en el Parlamento tiene una diferencia de cerca de 2.800 millones de euros con lo que realmente se gasta. “Este desfase –ha dicho– entre lo que presupuestamos y lo que gastamos tensa las finanzas de los proveedores y dificulta las finanzas de la propia Generalitat. Si no llegamos a un acuerdo, seguirá comprometiendo la respuesta sanitaria de los proveedores de cara a la ciudadanía”.