Como da la casualidad que esta noche es Nochebuena y que, por tanto y por cosas del calendario, mañana será Navidad no he tenido más remedio que empezar este artículo con el conocidísimo villancico popular “La Marimorena”, para ponernos en situación y saber dónde estamos, políticamente hablando, y hacia dónde vamos. Y eso que sólo quiero hablar del Psoe y Puigdemont…
Siguiente párrafo y otro nuevo villancico ataca mi teclado. Debe ser el espíritu navideño pero cada vez que quiero decir algo sobre la política me pongo a cantar mientras me hincho a neules (barquillos) y turrones.
“A Belén pastores, a Belén chiquitos,
que ha nacido el Rey de los angelitos.
Los pastores de Belén, todos juntos van por leña,
para calentar al Niño que nació en la Nochebuena.
En el portal de Belén, hay estrellas, sol y luna;
la Virgen y San José y el Niño, que está en la cuna.
La Nochebuena se viene, la Nochebuena se va,
y nosotros nos iremos y no volveremos más.”
(Villancico – A Belén Pastores)
A ver si soy capaz de frenar porque me voy a quedar sin folios y sin contar lo que quiero. Venía el caso como anillo al dedo cuando hoy hemos escuchado a Monseñor Pedro Sánchez en su encíclica de análisis del año que se nos va, desde su punto (exclusivamente) de vista, cuando el señor presidente nos ha dicho, poniendo a dios por testigo como Escarlata O'Hara en “Lo que el viento se llevó”, que “no tengo ningún problema en reunirme con Puigdemont”.
El presidente del Estado Español no tiene problemas en reunirse. Y otro que parece ser que tampoco lo tiene ahora es el presidente de la delegación catalana del Estado Español, llamada aún Generalitat, el muy honorable Salvador Illa. Illa ha declarado, también hoy, que “no descarto reunirme con Puigdemont” y que le gustaría que el líder independentista "estuviera estas Navidades en Cataluña". "Cataluña es suficientemente grande para que quepamos todos y muy pequeña para que sobre nada", ha señalado el Illa al respecto recordando un discurso del histórico Josep Tarradellas.
Vamos, o es blanco y embotellado y se llama leche, o los del PSC-PSOE le están haciendo la pelota a Carles Puigdemont en estéreo (Madrid/Cataluña). Pero a lo bestia. De pronto el Psoe se ha dado cuenta que el amigo de Waterloo “se ha enfadado como una burra y que ahora no respira”. Y cuando Puigdemont se enfada es capaz no sólo de votar con Vox, PP, PNV si no que es capaz de hacer alguna tontería de la que no haya posibilidad de frenada y retorno al punto de origen. Como los aviones cuando alcanzan el denominado “punto de no retorno” en las pistas. Lo mismo, pero con gafas y más cabreado.
Al parecer a Carles le gustaría que le susurraran bajito al oído::
Es un muchacho excelente, es un muchacho excelente,
Es un muchacho excelente (pausa) y siempre lo será.
Y siempre lo será, y siempre lo será..
No es un villancico pero vale igual, pues esa cantinela junto a la efectividad de SU amnistía y la “vuelta a casa”, más o menos como “el Almendro” aunque con retraso por overbooking, son las cartas que el Gobierno de España y el de Cataluña tienen encima de la mesa para que su legislatura dure dos años y medio.
Y, como dijo la maravillosa revista “El Hermano Lobo” en su momento (aunque Sánchez la lio una vez que la utilizó equivocándose de autor): “O yo (nosotros) o el caos”. Ese sí que es el lema de un Carles Puigdemont que está dispuesto a quemar todas sus naves para conseguirlo.
Una cosa que deben entender todos los españoles de cualquier provincia o afinidad política es que Junts x Puigdemont es un partido montado para devolver a su líder a la poltrona y al poder, no para estar en la oposición continuamente y menos desde lejos de Cataluña. Ahora mismo, poder político no tienen en Cataluña debido a que Illa, junto a ERC (el archienemigo malo malísimo de Puigdemont) y Comuns están dirigiendo la comunidad autonómica, lo mismo que el Ayuntamiento de Barcelona y la Diputación de Barcelona. Por tanto, a Junts solo le queda poder municipalista y ese no depende de nada más que de una votación cada cuatro años (la próxima en mayo del 2027).
Por tanto, o Puigdemont consigue recuperar su libertad vía ejecución sumarísima de la amnistía y ve como se arrodillan ante él tanto Sánchez como Illa, que por el momento le rehúsan, o rompe la baraja. Y con una baraja rota no sabemos si los socialistas serían capaces de aguantar los 2 años y medio que les queda de legislatura. Probablemente no. Y con ese objetivo tenemos a Don Carles subidito a la parra acariciando el arpa cual Nerón a punto de quemar Roma.
Todas las encuestas electorales, si hablamos de elecciones generales, dan a Junts como uno de los que crecen: de 7 a 8 diputados. Independientemente de quien sea el partido ganador (PP-PSOE) es más que probable que deba pactar muchos puntos con el próximo Junts (de ahí el las prisas socialistas tras las “caricias” legislativas de la pasada semana y ese acercamiento táctico entre PP y Junts. Por tanto, a Puigdemont el adelanto electoral no le va a sentar mal. Además, serviría para seguir insistiendo en su tesis de que el único partido independentista catalán que mantiene “el pedigrí” secesionista son ellos y llevarse votos de la medio noqueada ERC mientras intentan frenar la salida de votos hacia Silvia Orriols y sus muchachos. Todo un lío, ¿verdad?. Ya saben señoras y señores cuál es la solución:
“A Belén (Waterloo) pastores, a Belén (Waterloo) chiquitos,
que ha nacido el Rey de los angelitos.”
Por cierto, ¡¡¡ FELIZ NAVIDAD !!!