Alcaldesas y equipos de gobierno han abordado la labor que se está llevando a cabo en el Arco Metropolitano para fortalecer la voz de la segunda corona metropolitana en la toma de decisiones y tratar de forma coordinada ámbitos como las políticas de vivienda, medioambientales y de calidad del aire.
También se ha hablado de infraestructuras. Ambos gobiernos se han reafirmado en la necesidad de conectar los dos valleses en tren y han asegurado que harán seguimiento conjunto del proyecto que debe conectar las líneas de Cercanías R4 y R8. Actualmente, se está redactando el estudio informativo, encargado por el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible hace poco más de un año.
Esta unión sería el primer paso para hacer realidad la línea orbital ferroviaria, una demanda histórica, clave para articular la futura movilidad de Cataluña. El propósito de la línea es romper la configuración radial de las infraestructuras de la región metropolitana y contribuir a la vertebración del territorio catalán.
Finalmente se han puesto sobre la mesa las medidas que cada una de las ciudades, pero también de forma conjunta, están poniendo en marcha para atraer inversión y generar empleo, reforzando cada vez más al Vallès como uno de los principales polos de actividad económica del sur de Europa.