En este contexto, la Fiscalía ha solicitado a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) un informe en el que identifique a las empresas fabricantes de este medicamento , las importadoras, las comercializadoras y las distribuidoras en España.
También quiere saber de la AEMPS las autorizaciones otorgadas al medicamento y la comunicación de reacciones adversas. Además, pide que se le informe sobre qué países ya han decidido retirar este medicamento del mercado, y qué diferencias o razones llevan a mantener su comercialización en el Estado .
El principio activo de Nolotil, en el punto de mira
El principio activo de este medicamento es el metamizol , un analgésico y antipirético que se ha comercializado desde hace más de 50 años en España con distintos nombres, el más conocido es Nolotil.
Requiere prescripción médica y está indicado para calmar el dolor y actuar contra la fiebre cuando otras alternativas no son eficaces.
De hecho, fue el fármaco más vendido en el Estado en el 2022 , con 27,8 millones de unidades, muy por encima del paracetamol, que fue el siguiente, con 19,4 millones.
Y está en el punto de mira por su posible vinculación a casos de agranulocitosis , una enfermedad de la sangre que genera una disminución del número de granulocitos --glóbulos blancos-- y que, en algunos casos, puede llegar a ser mortal.La polémica sobre el metamizol se remonta a 2018 y se reavivó a finales de 2023, cuando la Asociación de Afectados por Fármacos llevó el asunto a la Audiencia Nacional para que se prohibiera su administración a ciudadanos de países donde se ha retirado y se analizaran factores de riesgo relacionados con la agranulocitosis.En diciembre de 2023 la AEMPS informó, tras una nueva revisión, que la incidencia de agranulocitosis en personas que toman metamizol era muy baja: de uno a diez casos por millón de usuarios , por eso mantenía sus recomendaciones de 2018.
En ese momento, recomendó no dar medicamentos que contuvieran metamizol, como por ejemplo el Nolotil o la Buscapina Compositum, a turistas. Y sólo en el caso de que se pudiera realizar un seguimiento, suministrarlo en terapias cortas y dosis "mínimamente eficaces" vigilando la aparición de sintomatología indicativa de agranulocitosis.
Y es que se trata de una complicación rara que puede estar relacionada con una predisposición genética que afecta especialmente a la población anglosajona.