Si no se logra avanzar con esta moción, Orriols conservaría su cargo y los presupuestos serían aprobados. Esta estrategia para lograr la aprobación de los presupuestos municipales ha sido utilizada previamente por otros alcaldes, como Ada Colau, Xavier Trias o Jaume Collboni en Barcelona.
La situación en Ripoll sigue siendo incierta. Aunque Orriols, que también es diputada en el Parlament, ha reconocido que no cuenta con el apoyo de los partidos, ahora deberá esperar para ver si eso es suficiente para su destitución, algo que la alcaldesa ha calificado como un "golpe de Estado" durante su intervención en el pleno extraordinario de hoy.
La oposición tiene 30 días para presentar y aprobar una moción de censura con un candidato alternativo que cuente con el respaldo de una mayoría absoluta. Este proceso, sin embargo, se presenta complicado, ya que requeriría un acuerdo entre al menos cuatro formaciones. Si Junts, PSC, ERC y CUP no logran ponerse de acuerdo en un nuevo candidato, los presupuestos se aprobarán automáticamente y la actual alcaldesa continuará al frente del municipio.