Ya sabemos que el balonmano es un deporte en el que gana el que más goles mete. Es normal, es cosa de simple matemática. Pero, ojo, también pierde el que más goles recibe. Y eso le puede suceder en cualquier momento, como ocurrió en Cuenca donde, a pesar de conseguir marcar 35 goles a los manchegos, encajó 38 y acabó sin los dos puntos, siendo la única derrota del Granollers en los cuatro partidos que se llevan de temporada.
El resultado de la primera parte, 18-14 (a la postre +4 fue la máxima diferencia) hacía pensar que el Granollers tenía controlado el partido, a pesar que el Valladolid siempre encontraba huecos en la defensa vallesana para penetrar o pasar al pivote (una y otra vez como solución a la defensa avanzada local). Sin embargo, su defensa permitía tantas alegrías al ataque catalán que consiguió que los de Granollers no pasaran por verdaderos apuros.
En la segunda parte el festival continuó de tal modo que las puertas de ambas defensas estuvieron abiertas completamente al que fuera más audaz, tuviera mejor lanzamiento exterior o encontrara mejor penetración. Y en eso, y en muchas cosas más, los hombres de Antonio Rama son mejores, sin duda. Los juniors de oro, Ferrán Castillo con ocho goles y Víctor Romero, con cinco, fueron los perfectos escuderos de un veterano Antonio García al que su entrenador dosifica el esfuerzo para que consiga ser diferencial. Y lo fue, con seis goles en el zurrón.
No fue noche de porteros, aunque vimos algunas paradas excepciones de Roberto Rodríguez y Pau Panitti (otro junior de oro), quienes consiguieron atajar un 30% de los lanzamientos enviados a su portería. Pero fue noche de rotaciones y en las que todos tuvieron minutos para demostrar a la afición granollerina que estos chavales tienen calidad y futuro.
Esta noche Antonio Rama y sus chicos se van a la cama siendo lideres, al menos hasta que todos los equipos completen jornada. Pero, por encima de cualquier dato, siempre podrán decir que han logrado el mayor número de goles en las 4 jornadas de Liga disputadas (42) y que entre ellos y los chicos del Valladolid (36) han logrado el mayor número de goles en un encuentro de la competición (78).
El resultado es que el Balonmano Granollers es líder al conseguir seis puntos de ocho disputados tras vencer en tres partidos y perder solo en Cuenca. Lo único que este equipo necesita es recibir menos goles y cerrar la defensa (eso es cuestión de partidos y experiencia) y bajar de esa media de 33,25 goles encajados. Si se logra, los de Antonio Rama pueden (menos ganar la Liga que es cosa de presupuesto futbolero) optar a lo que quiera.