En el partido hoy el Granollers se ha visto superado durante prácticamente toda la primera parte por el equipo cordobés de la ciudad del mítico entrenador que nos dió el primer título internacional: Joaquín Crespo "Quini". El equipo no ha estado muy fino en defensa y no ha jugado lo fuerte que nos tiene acostumbrados. Probablemente el cansancio y eso de disputar partidos entre semana, viajes y tensiones, lo hayan pagado hoy los muchachos de Antonio Rama que, en el fondo, tiene una plantilla muy justa y muy joven.
A pesar de todo, el partido se fué al descanso con 18-17 para los locales. Tras ese merecido descanso vimos un calco de los primeros minutos de la parte primera, pero en la segunda. El Puente Genil volvía a presionar y aprovechaba la debilidad defensiva para cargar el juego en el central Simonet (6 goles) y el extremo Bernabéu (otros 6) e ir siempre por uno o dos goles por delante. En aquél momento todo se basaba en la capacidad goleadora del jugador argentino del equipo vallesano, Andrés Moyano, que hizo otro partidazo y logró 7 goles.
Parecía que el Granollers se centraba más y las instrucciones de Rama de presionar en defensa a los tres atacantes de la primera línea y cortar líneas de pase empezaron a dar frutos y forzaron recuperación de balones en defensa hasta alcanzar, en el minuto 18:40 de la segunda parte, el empate a 28, conseguido tras un magnífico contraataque finalizado por Pablo Urdangarín (4 goles). Llegaron, incluso, a ponerse por delante con otra excelente acción de Castillo 29-28. El partido parecía ir un poquito más de cara para los catalanes.
Pero era mentira, solo un espejismo. Pablo Simonet empató a 29 a falta de 9 minutos. El miedo se nota en las pieles de los jugadores de los dos equipos. Las defensas se esfuerzan más y cuesta encontrar buenas opciones de pase y de tiro. Y se cometen más errores de lo normal. Pero parece que la fortuna y dos intervenciones del portero Roberto Rodríguez proporcionan el 31-30 logrado por Tarsicio Freitas, en su único gol del partido, a falta de 5 minutos exactos.
Dicen que cuando el cansancio apremia la sangre no llega al cerebro de un deportista que va al 1000 por cien y le hace muy difícil ver las mejores opciones y tomar las mejores decisiones. Y, visto lo de hoy, eso es lo que ocurrió. Por ambos lados. Tras el 31-30 los cordobeses se topan con una nueva parada de Roberto y Simonet pierde el balón en el siguiente ataque. Por el lado local Antonio García, que siempre suele resultar decisivo, lanza desde 9 metros sin potencia obligando al portero del equipo andaluz, Fradj Ben Tekaya, a parar uno de los 5 balones que interceptó en todo el partido.
Bernabéu, desde el extremo, consigue empatar a 31, faltando 3 minutos de juego. Freitas pierde absurdamente el balón en ataque pero Roberto, en plan salvador, detiene el lanzamiento de Mosquera a falta de 1 minuto y 40 segundos. En el siguiente ataque Tiago Sousa se pasa de frenada ante Ferran Castillo y los colegiados señalan los 7 metros y la exclusión del jugador visitante. 32-31, de penalti, a falta de 1,30 con gol de Deumal y con un jugador más para los vallesanos, que se las prometen muy felices para los 90 segundos restantes.
Tiempo muerto del entrenador del Puente Genil, Paco Bustos, con uno abajo a 1:11 del final del partido. Los cordobeses se jugaban la posibilidad de lograr algún punto y abandonar la zona de descenso. En el siguiente ataque los árbitros excluyen a Ferran Castillo. Se nivelan las fuerzas y ya solo quedan 54 segundos para que el Granollers pueda mantener la ventaja. Pero no es posible, Los cordobeses empataron, a falta de 38 segundos, a 32 un partido que se parecía mucho a un capítulo de película de nervios.
Ahora el tiempo muerto es de Antonio Rama. Restan 18 segundos. Salen los vallesanos intentando hacer llegar la pelota al extremo, sin suerte, fuerzan los andaluces la falta con el reloj parado y, evidentemente, no hubo milagro en el forzado lanzamiento de Antonio García con toda la barrera formada.
Empate a 32 y a pensar ya en el equipo danés Silkeborg, que nos visita el próximo martes en la Europe League. Previsiblemente el juego sea mejor, la suerte también y la mentalidad será positiva mientras el cansancio se olvida. Es lo que tiene alternar partidos de supuesto trámite, como el de hoy, con aquellos en los que te vas a jugar pasar a la siguiente fase de la competición europea.