Tras el varapalo de no poder inscribir en la Liga de Fútbol a Dani Olmo ni Pau Víctor se desatan los rumores

¿Podrá el Barça mantener las secciones?

El circo montado por el F.C. Barcelona durante los últimos días del año intentando que sean admitidos en la segunda fase de la Liga regular los jugadores Dani Olmo y Pau Víctor, primero en los juzgados y, después, en la Liga de Futbol Profesional ha sembrado de dudas el proyecto de Jan Laporta y sus supuestas “palancas” salvadoras.

Dicen que tanto va el cántaro a la fuente que, al final, acaba rompiéndose. A Jan Laporta se le ha acabado rompiendo el cántaro y se le ha caído el castillo figurado que almacenaba todas esas vasijas, y otras muchas más, encima. La única realidad es que el F.C. Barcelona no puede inscribir a sus dos jugadores que han participado en la primera vuelta de la competición local hasta las vacaciones navideñas porque no tiene un duro.

Ahora, a la desesperada, intenta estirar otra vez el reglamento de la RFEF intentando enfrentarlo a “La Liga”, su patronal, pero mal lo lleva cuando la Federación Española y la Liga han hecho las paces, tras la nueva composición de la Junta Directiva de la Española, y no parece que Javier Tebas vaya a hacer otra cosa que lo que la patronal y la propia Federación tienen claro: no conceder ninguna excepcionalidad al Barcelona.

El segundo paso de Jan Laporta por la presidencia de este Club está siendo sumamente controvertido. Ya empezó enfrentándose y cargándose al ídolo mundial Messi para ahorrarse dinero. Lo que no sabemos es que si de tanto ahorrar lo que ha hecho es incrementar el gasto en muchos millones, según opinan algunos. Y más cuando no se le ha ocurrido otra cosa que invertir en la reconstrucción de un nuevo Camp Nou que va a dejar hipotecado a la entidad blaugrana dos generaciones más, como mínimo. Todo eso cuando los ingresos bajan, los títulos se escapan, el Club se devalúa y deben ocupar un nuevo campo (Montjuic), con menos de la mitad de aforo y con la afición de espaldas y cabreada por su pasado perico.

Pero es que el tema va más allá. Actualmente existen algunas voces de socios bastante descontentos con las decisiones de Laporta que indican la posibilidad de ahorrarse un dinero importante si dejan de invertir tanto en las secciones del Club. Recordemos que en ese Club se consideran secciones al fútbol femenino (los únicos que han ganado títulos europeos los últimos años) y al fútbol sala, dos modalidades futboleras. A su vez, dentro de ese capítulo de secciones cuentan con el Baloncesto, el Balonmano y el Hockey sobre patines.

Las secciones cuestan unos 60 millones a las arcas blaugranas: 32 para el baloncesto, 8,3 para el balonmano, 2,9 para el hockey sobre patines, además de los 11 del Barça femenino y los 5,5 del fútbol Sala. Es obvio que la directiva reconoce que las secciones son irrentables, pero (¡ojo al dato, como diría García!) insisten que con un Palau Blaugrana de 15.000 personas de aforo todo se arreglaría y “autofinanciaría”. Vamos, otra barbaridad de inversión a la vista.

Estos socios discrepantes con la política y la estrategia repetidamente fallida de Jan Laporta llegan a comentar que necesitan gastarse ese importante dinero para afianzar el primer equipo de fútbol masculino que, a la postre, es el único que genera ingresos y es la causa de la existencia del Club. Por tanto, siguiendo esa tesis, es posible que peligren para próximas temporadas los equipos de las otras disciplinas (baloncesto, balonmano o hockey). Y si no peligran completamente, al menos verán reducidos sus objetivos y presupuestos de forma más que sustancial.  

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