El Balonmano Benidorm tiene la suerte, o no, de no haber participado ni en la Copa de España ni en la European League, dos competiciones que provocaron el 100% de la concentración y esfuerzo del joven equipo vallesano, aunque sí disputaron partido de Liga que perdieron en Guadalajara por 37-31. ¿Les suena el resultado?, luego se lo explicamos…
Por lo que la gran incógnita que tendremos el viernes tarde en el Palau d’Esports l’Illa de Benidorm es saber qué Granollers vamos a ver: el de la Copa o el de Europa. O a ninguno de los dos y nos ofrece la cara de un equipo avasallador que se imponga cómodamente a domicilio al tercer clasificado por la cola y en peligrosísima zona de descenso.
En cualquier caso, no pensemos en la tercera posibilidad porque los hombres de Sergio Carballeira, entrenador del equipo alicantino, estoy seguro van a oponer toda la resistencia posible y algo más, dada la necesidad de puntuar que tienen y de marcar distancias con los puestos de descenso directo o indirecto. De los 16 partidos disputados, los de Benidorm han ganado en sólo 3, han empatado en 4 y han perdido nada menos que en 9 ocasiones en lo que llevamos de Liga. Tienen una media de, aproximadamente, 30 goles en ataque, pero reciben 32, también de media.
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Tal como vimos en el partido disputado en la primera vuelta de la Liga en Granollers, el Benidorm basa su eficacia en una buena pareja de porteros (Roberto Domenech y Krystian Witkowski), en unos buenos extremos (Tommaso de Angelis y Ramiro Martínez), en los lanzamientos de Pablo Vainstein y el exvallesano y exbarcelonista David Roca (máximo goleador de su equipo con 85 tantos), y en la batuta de su joven central Juan Carlos Sempere. Recordemos que en Granollers los alicantinos pusieron resistencia, prácticamente, hasta mediados de la segunda parte, que fue cuando los de Antonio Rama tomaron ventaja alcanzando una muy meritoria victoria por 37 a 31.
Ahora, como decía al principio, sólo hace falta conocer qué Granollers veremos: el falto de ritmo con “perdidas de control” y cansado de la Copa, el super efectivo en ataque y nada resolutivo en defensa de la European League o una nueva versión que aúne ambas cualidades y desprecie los defectos o costuras que se le ven a un equipo muy joven y con la plantilla muy justa para afrontar tanto partido seguido.
Recordemos que, pase lo que pase en Alicante, el martes se la juegan en Europa ante el Kriens suizo. Si pierden, prácticamente podremos decir adiós a la posibilidad de clasificación para la siguiente ronda de Octavos de final, salvo milagro. Pero, no se olviden, esto es lo bonito de ser pobres: hay que luchar por todo. Los ricos no sabrán apreciarlo nunca, sólo los modestos que dejan de ir a sus trabajos para jugar al balonmano sin parar. ¡A por ellos!