Según informa La Vanguardia, Sánchez Llibre tenía preparado el siguiente comunicado para ser emitido el propio día 8 de agosto, una vez confirmada la detención de Puigdemont:
“Desde el respeto al Tribunal Supremo, como órgano jurisdiccional superior salvo lo dispuesto en materia de garantías constitucionales, Foment del Treball considera que aquel se equivoca al no aplicar plenamente la Ley Orgánica de Amnistía, y muy especialmente al no aplicarla al Molt Honorable Carles Puigdemont. Y confía que, apreciada la voluntad de Carles Puigdemont de regresar a España y, por consiguiente, ponerse a disposición de ese Tribunal, sea puesto en libertad de forma inmediata. Lo que redundará en favor de la normalidad institucional de Cataluña y de toda España. En todo caso, Foment del Treball considera que las vicisitudes que rodean el regreso de Carles Puigdemont no deben alterar ni interrumpir el continuo y regular funcionamiento de las instituciones catalanas ni, por tanto, el proceso de dotar a la Generalitat de Catalunya de un nuevo presidente con el apoyo parlamentario estatutariamente previsto.”
Como puede observarse, en el mismo existe una contundente crítica contra el Tribunal Supremo y sus decisiones por no aplicar totalmente la Ley de Amnistía al antojo de los empresarios partidarios de Puigdemont. En cualquier caso, la patronal catalana comete un grave error al no respetar las tendencias políticas de todos sus asociados y escorarse e identificarse sólo ante la ideología y el partido del nuevamente prófugo Carles Puigdemont. El comunicado escondido en “el cajón” es la evidencia de una actitud que debería ser erradicada y que es más propia de otro siglo que de la época en la que estamos, prácticamente el segundo cuarto del siglo XXI.