Suben los impuestos, bajan las prestaciones y siguen los mismos políticos “No gobernando”

¿Olerá el 2025 tan mal como el 2024?

Ya es día 1 de enero del 2025. Durante el día de ayer, y precedentes, nos llenamos la boca, los correos, las redes sociales y el WhatsApp de bonitos mensajes, de preciosas ilustraciones, de maravillosos textos cargados de buenos deseos para todo el mundo, incluso para aquellos que ignoramos durante 364 días seguidos, sean conocidos, familiares o amigos. Qué más da.

Pero la realidad, los hechos, nos indica que lo que nos espera en este 2025 es “más de lo mismo”. Si votamos lo que votamos en las últimas elecciones generales no podemos esperar que “vuele” el impresentable presidente que nos ha tocado y que, de pronto, este país huela a suavizante y destile cariño, amor, comprensión y trabajo por todos sus poros.

Obviamente no esperemos que las guerras que asolan nuestro planeta (más de 50) frenen de golpe y se evaporen cual aroma de poción navideña. Por cierto, estoy hasta el gorro de tanto anuncio de perfume y colonia: ¿tan marranos somos los españoles que nos tienen que meter un anuncio de esos hasta en los postres? Como decía, no esperemos que los egocéntricos, locos y esquizofrénicos líderes mundiales piensen en el prójimo y paren las guerras, pues esos políticos consideran que pasarán a las páginas de la Historia por “salva patrias” en lugar de por asesinos, que es lo que son.

Tampoco pueden esperar nuestros hermanos valencianos que el presidente de su Generalidad se vuelva resolutivo, de golpe, y solucione todo aquello que ha embarrado (y nunca mejor definido) anteriormente. Como tampoco pueden esperar que el Gobierno de España les solucione vía subvención el rehacer de sus vidas pues no lo harán y pondrán todas las trabas posibles para seguir “embarrando” el tablero político en busca de una alternancia en el poder de Valencia.

La razón es sencilla: ellos saben que no van a sacar rédito en el voto. Por tanto, ¿para qué gastar si no me van a votar? La respuesta: mejor me lo gasto en los nacionalistas catalanes y vascos, que estos me mantienen en el cargo, piensan Sánchez y su cohorte. Y no les faltan razones. Porque lo que es acercarse por Valencia no parece buena idea para ningún cargo del Psoe, Sumar, etc. del Gobierno Central en este momento.

Adiós 2024, adiós
Por fin ha cerrado la persiana el 24. Adiós 2024, adiós

Si salimos de Valencia y nos vamos hacia el resto de España, deben saber todos ustedes que este año nuevo 2025 será un año de impuestos, de subidas de los impuestos directos e indirectos (IVA incluido) y, por tanto, de tener menos dinero en el bolsillo, en su cuenta bancaria o en su tarjeta de crédito. Nosotros, no ellos que seguirán alimentando a sus amigos a base de buenos sueldos y chollos a dedo, gambas aparte.

El Gobierno lo disfrazará como quiera, pero la realidad es que sube el IVA de la electricidad del 10% al 21%. Las exenciones fiscales en inversión para reducir consumo eléctrico, por ejemplo, prácticamente desaparecen. Estrenaremos nuevo tributo a la basura en las ciudades de más de 5.000 habitantes, por si nos parecía poco el actual. Suben las cotizaciones a la Seguridad Social tanto de empresas como de Trabajadores. Y así, que sepamos, hasta 12 impuestos serán incrementados el 1 de enero, lo que va a suponer 18.000 millones más de recaudación. O lo que es lo mismo: unos 380 euros más a nuestros hogares durante el 2025 en pago de impuestos.

Como uno no es tan mal pensado, me da por imaginar que esas cantidades se dedicarán a acción social, a sanidad, a educación, al orden público y a luchar contra el tráfico moderno de esclavos que ahora se llama inmigración ilegal por patera. Pero parece que no será, desgraciadamente, así. Al menos en las cantidades y proporciones que nos gustaría a todos.

Los españoles tenemos claro que antes de beneficiar a ninguna autonomía lo que debemos es darles hogar, alimentos, ropa y mucha ayuda a aquellos valencianos, albaceteños o andaluces que lo necesiten tras las devastadoras gotas frías de octubre y noviembre. Y no nos vengan con monsergas de que “si no hay presupuestos no hay ayudas” porque tampoco han tenido presupuestos para subir los impuestos y lo han hecho maravillosamente para sus políticos intereses.

Y recuerden, señoras y señores, la tapa del wáter que acabamos de abrir (2025) sigue acumulando mucha “mierda” en forma de casos judiciales abiertos: que si Koldo, Berni, Ábalos, Aldama, Número 1, el hermano y la señora. Tanta son las ganas de los socialistas en superar al PP que le han dado tres vueltas a sus casos de corrupción. Maldito récord. Y tras tantos casos en los jugados y tanta “eme” acumulada, el hedor se nos puede hacer inaguantable. Y luego quieren que les votemos… ¡que hastío!

Por cierto, bajen la tapa del wáter y pasen absolutamente de esa raza de políticos que sólo piensan en ellos, sus chollos y sus amiguetes y fíjense exclusivamente en aquellos, que los hay y muchos (sobre todo en los pueblos) que son muy buena gente y se preocupan de ustedes y, encima, saben cómo se llaman y dónde residen. Y crucen los dedos para que jamás traspasen el Rubicón y se vayan hacia el Gobierno Central, que allí se pierden todos, todos, todos… Hasta los que no mandan.

¡Feliz 2025!, a pesar de los malos políticos.

Más en Política