Un par de ladrones de cables de telefonía por el Alt Urgell, comarca catalana que tiene como capital a la Seo d’Urgell y hace frontera con Andorra, destrozan lo que pueden para llevarse esos cables y vender el cobre del interior (al parecer el nuevo oro para los chorizos roba-cables) y, cuando lo han conseguido y tras cargarlo en la correspondiente “flagoneta”, huyen de ella y se quedan encastrados en un camino vecinal.
Evidentemente poco le ha faltado a los mossos d’esquadra para atraparles y llevarlos a comisaría. Ni “Makinavaja” ni su pandilla compuesta por "Popeye Smith" y “Mustafá Beniben" lo hubieran hecho “mejor”.
Ahora sólo queda reponer la línea telefónica que, seguro, tardará días en volver a funcionar debidamente y costará sus buenos “dineros”.
