La Medalla de la Ciudad se concede como reconocimiento y agradecimiento del municipio hacia personas físicas o jurídicas por una actuación o conjunto de actuaciones que haya tenido un extraordinario relevo o trascendencia de enaltecimiento de la ciudad, o de servicio y dedicación al progreso y bienestar de la población y la ciudadanía, y también a las que hayan destacado especialmente en el trabajo por el asociacionismo y las manifestaciones culturales, deportivas, cívicas, económicas y sociales.
Francisco Campaña Oliván (1941-2024)
Se distingue a Francisco Campaña Olivan, a título póstumo, por su larga trayectoria al servicio de la ciudad en las diversas responsabilidades que ha ejercido en el cuerpo de la policía local, así como desde las diversas entidades con las que ha colaborado.
Francisco Campaña Oliván sirvió como policía local de Granollers durante 40 años, entre 1966 a 2006. Fue su responsable durante 21 años, entre 1979 y 2000.
En el transcurso de su dilatada trayectoria, vivió en primera persona períodos muy relevantes en la historia de la ciudad, como la transición y la constitución del primer ayuntamiento democrático, con los consiguientes cambios también en el cuerpo de la policía local. También estuvo implicado en grandes eventos como los juegos olímpicos de 1992 o la Mitja Marató y en la gestión de grandes accidentes como el de tren en Les Franqueses en 1979.
Estuvo al frente de varios proyectos, como el despliegue de la policía de proximidad. Primero, con agentes a pie y en moto, y posteriormente con el acompañamiento de la unidad canina. También impulsar otras iniciativas, como la educación vial escolar, la coordinación de las policías locales de la comarca o el despliegue de los mossos.
En 2017 Francisco Campaña Olivan bautizó el kilómetro 11 de la Mitja, en reconocimiento al apoyo que siempre ha ofrecido a esta prueba deportiva. Participó desde el principio, primero como agente y jefe de la Policía Local de Granollers y, desde 2006 –cuando se jubiló– como voluntario.
El 19 de junio de 2006, cuando se jubiló, recibió la Medalla al mérito policial del Departamento de Interior de la Generalidad de Cataluña.
Fermí Puig i Botey (1959-2024)
Se distingue a Fermí Puig i Botey, a título póstumo, por su trayectoria profesional en el ámbito de la restauración y por su labor de difusión de la cocina tradicional catalana, que siempre ha defendido desde sus orígenes granollerenses y vallesanos.
Fermí Puig, nacido en Granollers, pasó por las cocinas de grandes restaurantes de Barcelona y Catalunya, como Bulli, el lugar que él reconocía como su inicio como cocinero profesional. También hizo carrera fuera de Cataluña, en Andalucía, Venezuela y las Islas Canarias. En 1999 abría sus puertas el restaurante Drolma, en el Majestic, donde fue chef director hasta 2011 y donde ganó una estrella Michelin en 2002. Es aquí donde se fraguó su prestigio y su maestría en la cocina , muy arraigada a la tradición ya los productos de proximidad.
En 2013 abrió su propio restaurante, Fermí Puig, con el apoyo de socios como los periodistas Jordi Basté y Tatxo Benet. Un espacio que combinaba sus dos grandes pasiones, la cocina y el Barça, que tenía una sala dedicada al club que tanto amaba.
Fermí Puig defendía que en los restaurantes debían hacerse las recetas tradicionales catalanas, que en las casas se iban perdiendo. Por eso, aparte de su labor en los fogones, Puig fue un gran divulgador de la cocina catalana, con la publicación de varios libros como Cuinetes (Columna, 2009), Més cuinetes (Columna, 2011) o La pilota a l'olla (Enciclopèdia Catalana, 2019), donde recogía las recetas de su sección en RAC1.
En junio de 2024, en reconocimiento a su trayectoria profesional en el mundo de la restauración y por su implicación personal en defensa de la identidad de Cataluña, un grupo de personas, con el apoyo de personalidades de diversos ámbitos de la sociedad, familiares, amigos y la adhesión por unanimidad del Ayuntamiento de Granollers, solicitaron a la Generalitat de Cataluña la concesión de la Cruz de Sant Jordi.
Mercedes Gasch i Riudor
Se distingue a Mercè Gasch y Riudor por su larga trayectoria en el fomento de la lectura y su compromiso con la difusión del conocimiento, que ha ejercido como bibliotecaria y desde entidades de la ciudad como AGEVO.
Mercè Gasch estudió en la Escuela de Bibliotecarias de la Diputación de Barcelona, donde obtuvo el título de bibliotecaria en 1962. Después de trabajar en el Archivo del Gobierno Civil de Barcelona durante 22 años, en 1984 se incorporó como a bibliotecaria en Granollers, donde ejerció hasta su jubilación, en 2006, en los últimos años como directora.
Durante este período ha vivido la gran transformación que ha habido en el ámbito de las bibliotecas. Como directora, estuvo al frente del traslado de la Biblioteca de la Sala Tarafa a Can Pedrals, en 1995 y de la puesta en marcha de la Biblioteca Roca Umbert.
Mujer siempre activa, está vinculada a diversas entidades de la ciudad, como Ressò o AGEVO, entidad que presidió entre 2013 y 2017. Es autora del libro La Biblioteca de Granollers (2001) junto con Teresa Castelló, Josefina Sampere, y Maria Carme Illa , editado para conmemorar 75 años de biblioteca pública en la ciudad.
Frederic Roda Fàbregas y Francina Gómez Ars
Se distingue a Frederic Roda y Francina G Ars por el impulso a las artes escénicas en Granollers y su compromiso con la vida cultural de la ciudad a lo largo de los últimos 40 años.
La pareja formada por el director y profesor de teatro Frederic Roda y por la actriz y empresaria teatral Francina Gómez Ars han estado detrás de iniciativas teatrales singulares e innovadoras, acompañadas de proyectos de formación y sensibilización, que han contribuido a acercar las artes escénicas a todos los públicos y han situado a Granollers como un centro de creación y formación en artes escénicas. En 1982 Frederic Roda fundó la compañía de teatro La Farinera, ya con Francina G Ars como actriz. Ese mismo año convirtieron La Cantonada en un espacio singular en el que se hacían espectáculos y conciertos de pequeño formato, además de ser bar-restaurante. En 1995 crearon TàBaTa, una compañía de teatro infantil, que hasta 2005 realizó más de 200 espectáculos al año por todo el territorio español. Desde el histórico Teatre de Ponent (1998-2017) dinamizaron la vida cultural de la ciudad con una oferta de espectáculos de pequeño formato, el apoyo a grupos locales, la escuela de espectadores o los cursos de escritura dramática .
Además de la producción de espectáculos teatrales, la vertiente de formación y el trabajo con los centros educativos ha sido siempre un ámbito prioritario en la labor de Frederic Roda y Francina G Ars. Destacan las veinticinco ediciones de los Talleres de Teatro para centros de secundaria y la producción del ciclo Teatro y Literatura, que ofrece adaptaciones teatrales de textos clásicos para Bachillerato.