Opiniones hay para todos los gustos pero, sin duda, ninguna científicamente impactante que demuestre dejadez o ineptitud apriorística por parte de las autoridades de todos los signos políticos y escalas de poder. Tanto desde el Instituto Meteorológico, como desde la comunidad Valenciana, como desde los muchos medios de comunicación, se hizo hincapié, con antelación, a lo que podría ocurrir si se cumplían los vaticinios. Y ocurrió. Mucho más, incluso, de lo que nadie había previsto.
De hecho, si usted se introduce en la web del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, podrá descargarse el mapa de “Zonas Inundables asociadas a periodos de retorno” que no es otra cosa que las cuencas, puntos concretos y localidades con mayor posibilidad de inundación según las estimaciones y datos recogidos a 10, 50, 100 y 500 años. En ella verá que la gran mayoría de Valencia es zona de alta probabilidad de inundación. Tal cual ha sucedido.
El Vallés Oriental es zona inundable
La cartografía incluida en este servicio contiene las áreas definidas como Zonas Inundables asociadas a periodos de retorno en estudios llevados a cabo por las autoridades competentes en materia de aguas, ordenación del territorio y Protección Civil, y la correspondiente información alfanumérica asociada.
Prácticamente las localidades de mayor población del Vallés Oriental están situadas en zonas de alta posibilidad de inundación, tal como pueden ver el mapa adjunto. En concreto, las cuencas de los ríos Congost, Tenes y Riera de Caldes, son de las más peligrosas de Cataluña, junto a la zona del Baix Llobregat en su desembocadura o las Terres del Ebre, también en su desembocadura.
Concretamente y tras nuestro artículo de hace dos días en www.catnoticias.es en el que nos preguntábamos si podría desbordase el río Congost, la respuesta es sí. Todo depende de la cantidad de agua caída en la cabecera (la zona norte desde donde nace) hasta que llega a las estrecheces de caudal motivado por las gargantas producidas por la brecha que separa el macizo del Montseny de las Cingles de Bertí y que corta estas dos unidades montañosas de norte a sur.
Las redes sociales han hablado mucho de nuestro artículo y se ha empezado a discutir si estamos preparados para soportar una dana de estas características. SI el río está limpio de árboles, ramas, suciedad, maleza y no encuentra freno en su discurrir natural, en caso de crecida, llegaría al Valle de Les Franqueses – Canovelles – Granollers - Montmeló limpio y con capacidad de crecida debido a los muros que (al menos de momento) impide su salida de cauce. En caso de que el cauce del valle estuviera como hoy en día, sin limpiar prácticamente, es muy probable que nos pudiéramos encontrar ante una gran crisis derivada de los “cuellos de botella” que provocarían troncos, cañas, maleza y todo aquello que se arrastrara río abajo..
Ese mismo análisis realizado con respecto al río Congost se puede (se debe) calcar si hablamos del cauce del río Tenes y del cauce de la Riera de Caldes. Ambos desembocan en el Besós a la altura de Mollet y La Llagosta y podrían producir grandes problemas en caso de no estar debidamente preparados para afrontar una crecida
En cualquier caso, harían bien los dirigentes políticos de nuestros ayuntamientos del Vallés Oriental en prever acontecimientos y limpiar sus cauces urgentemente y, a partir de entonces, de forma periódica. Así como en revisar los muros de contención y aquellos puntos o construcciones que pudieran ser susceptibles de peligrosidad en causa de lluvia desmedida como puentes, por ejemplo. No sirve de nada lamerse las heridas a posteriori si antes las hemos podido evitar.