Más de una treintena de jóvenes asistieron al evento para escuchar la trayectoria profesional de Verónica de la Fuente, quien explicó la creación de Synkotech, un proyecto que nació en la Universitat Rovira i Virgili hace ocho años con el objetivo de democratizar la salud mediante material biocompatible para el cierre de heridas. Actualmente, la empresa ha inaugurado una planta en Reus con capacidad para producir 400.000 unidades anuales de soluciones innovadoras para el cuidado de la piel.
A lo largo de su trayectoria como empresaria y CEO, Verónica de la Fuente ha tenido que hacer frente a numerosos retos derivados del hecho de ser mujer en un sector tecnológico. En varias ocasiones, no se la ha tomado en serio en reuniones, se ha asumido que no era ella realmente quien dirigía la empresa, ha vivido situaciones en las que sus interlocutores evitaban mirarla a los ojos durante las negociaciones o ha tenido que enfrentarse a preguntas sobre el cuidado de sus hijos, como si su ausencia fuera motivo de culpabilidad. Estas experiencias ponen de manifiesto las dificultades añadidas que todavía hoy deben afrontar las mujeres en posiciones de liderazgo empresarial.
A pesar de ello, gracias a su perseverancia y resiliencia, la CEO de Synkotech ha conseguido crear y liderar un proyecto que es un sustituto del superglue para la piel, que está revolucionando la medicina y que compite con grandes multinacionales como Johnson & Johnson con una molécula innovadora.
“Una de las cosas que creo que, como empresaria, es importante es ser fiel a uno mismo. Lamentablemente, las mujeres no tenemos referentes femeninos y cuando intentas liderar o empezar un proyecto, a veces lo haces repitiendo patrones de lo que te han enseñado. Así que os diría que escuchéis vuestra esencia, seáis fieles a lo que queréis conseguir, pero sobre todo escuchad las necesidades de quienes utilizarán vuestro producto”,comentaba la CEO de Synkotech.
El próximo evento de LYNE Group tendrá lugar el último viernes del mes de marzo, con otro Afterwork de la mano de Àlex Romaní, doctor en psicología de la felicidad.