Incrementos en el IVA
Alimentos básicos: Productos como pan, leche, huevos, frutas, verduras y legumbres, que en 2024 tenían un IVA reducido del 2%, volverán al tipo superreducido del 4% a partir del 1 de enero de 2025.
Aceite de oliva: Tras una exención temporal del 0% en 2024, el aceite de oliva tributará al 4% en 2025.
Pastas y aceites de semillas: El IVA para estos productos aumentará del 7,5% al 10% en 2025.
Electricidad: El IVA aplicado al suministro eléctrico regresará al 21%, después de haber estado reducido al 10% y 5% en años anteriores para mitigar el impacto de la crisis energética.
Nuevas tasas y aumentos
Tasa de basuras: A partir de abril de 2025, todos los ayuntamientos deberán implementar una tasa obligatoria para la recogida, gestión y reciclaje de residuos urbanos. Se estima que el coste oscilará entre 165 y 200 euros anuales por hogar, aunque dependerá de cada municipio.
Cigarrillos electrónicos: Los líquidos para vapeadores comenzarán a tributar dentro de los Impuestos Especiales, con gravámenes que oscilarán entre 0,10 y 0,20 euros por mililitro, según la concentración de nicotina.
Modificaciones en el IRPF
Rentas del ahorro: El tipo impositivo para las rentas del capital que superen los 300.000 euros anuales aumentará del 28% al 30%, afectando a ingresos por depósitos, dividendos, seguros y ventas de inmuebles.
Eliminación de deducciones
Vehículos eléctricos: Se eliminará la deducción del 15% en el IRPF por la compra de coches eléctricos, que hasta 2024 permitía desgravar hasta 20.000 euros. También desaparecerá la deducción por la instalación de puntos de recarga en viviendas.
Reformas energéticas en viviendas: Las deducciones en el IRPF por reformas destinadas a reducir el consumo energético en viviendas, que permitían desgravar entre el 20% y el 40% del coste según el ahorro logrado, dejarán de estar vigentes en 2025.
Estos cambios buscan incrementar la recaudación fiscal y ajustar las políticas tributarias a las necesidades económicas actuales, según indica el Gobierno de España. Curioso cuando aún ni se dispone de presupuesto para el 2025, como tampoco lo hubo en el 2024. Es recomendable que los contribuyentes se informen detalladamente sobre cómo estas modificaciones pueden afectar su situación financiera y consideren asesorarse con profesionales en materia fiscal.
