Tanto Turull como Puigdemont muestran un estado de tensión impropio de un momento “dulce” generado por la extorsión al PSOE

Junts saca su nerviosismo de procesión en Semana Santa

Algo está pasando en la casa de los sucesores de Jordi Pujol, en Junts por Catalunya o Junts por Puigdemont, dependiendo como quieran llamarse según la contienda electoral. Ese nerviosismo se manifiesta en las declaraciones de su secretario general, Jordi Turull, realizadas en una entrevista exclusiva a Europa Press y en los tuits del activista oficial de Junts, krls.eth, más conocido como Carles Puigdemont, presidente en el auto exilio.

Silvia Orriols o la mosca cojonera de Puigdemont
photo_camera Silvia Orriols o la mosca cojonera de Puigdemont

El tono elevado en la entrevista de Jordi Turull, en la que acusa a los jueces del Tribunal Supremo Llarena y Marchena de ser la viva representación de que “Franco no ha muerto”, sumado a otras lindezas varias como la que dichos jueces son unos prevaricadores al no cumplir las sentencias ni los dictámenes del Tribunal Constitucional ni de los Tribunales europeos, a su entender.

También advierte a todos los implicados y les explica a los miembros del Tribunal Constitucional que deberán dictar una sentencia muy clara y muy explícita sobre la amnistía que impida a los jueces del Supremo “seguir prevaricando”. Asimismo, sobre la “Operación Catalunya” insta a la Fiscalía a que se actúe contra todos los implicados porque “convirtieron el Estado en una alcantarilla”. Y lo dice tal cual y se queda tan ancho.  

Por su parte Carles Puigdemont no se oculta de su versión activista y retuiteando a Josep Lluís Alay que, con una foto de la Diputación de Barcelona en la que ondean las banderas de España y de Cataluña, las oficiales por supuesto, se queja de que “hace 40 años esta bandera no hubiera sobrevivido ni 24 horas colgada”, a lo que añade el exPresident que se “recupera el espíritu de Samaranch” por parte del PSC. Lo curioso es que alguno les recuerda que ellos no bajaron la bandera española de su mástil el famoso día de la DUI de los 8 segundos….

El siguiente tuit del exPresident es un retuit, sin comentarios para no liarla, acerca de la película recién estrenada “Parenostre” (PadreNuestro) que protagoniza un actor de culto como Josep Maria Pou, sobre la vida y milagros con el pan y el vino del ex molt honorable President de la Generalitat, Jordi Pujol. Al parecer, tal como demostraron en el estreno a puerta cerrada de la misma, ningún político de Junts asistió al mismo y se evidenció lo poco que gusta en “can Jordi” hablar de las cosas de comer, aunque sea en catalán.

Sabemos que la Semana Santa es semana de pasión. Semana de calvario. Semana de sufrimiento. Pero no vaticinábamos que sería semana de nervios en Can Junts. Al margen de que se estén preparando para el “tuercazo” final: es decir, apretar las tuercas a Sánchez para que, a su vez, apriete las tuercas al Constitucional y Conde-Pumpido a “sus chicos/as” con el fin de aplicar el 100% de lo pactado en la auto dictada Ley de Amnistía y, por fin, dar rienda suelta al paseo de Carles Puigdemont por Barcelona subido a una carroza repartiendo caramelos como los Reyes Magos.

Aprovechar una semana tan escasamente informativa, en lo referente a la política, para lanzar esos mensajes y advertencias resulta, cuando menos, anacrónico y extemporáneo. Vamos, fuera de contexto a no ser que Junts, Puigdemont, Turull, Borrás, Nogueras, Rull y todos los suyos estén dando por buenas las prospecciones electorales del CEO catalán, del CIS de Sánchez y de muchos medios y agencias independientes que, en todas ellas (mala coincidencia) dan como gran perdedor de votos, escaños, representación y pasta (es decir ingresos) a Junts con Puigdemont.

Al parecer, su electorado fiel ya no lo es tanto y no les perdonan no sólo los 8 segundos de DUI y las posteriores mentiras, si no sus idas y venidas, su folclore constante y repetitivo y que sólo se preocupe de su estatus de millonario autoexiliado. Su imagen ha cambiado tanto que ahora mismo es visto como “el extorsionador socialista oficial” para su propio bien y no para el bien de Cataluña. De hecho, ya no se le considera como el “jefe de la oposición” a pesar de ser el segundo partido más votado en las últimas elecciones. Entre otras cosas porque no la ejerce en Cataluña ni en el Parlament.

Ese papel se lo disputan PP y Vox, con la ayuda de la “outsider” Silvia Orriols y su Aliança Catalana que le quita el sueño, y los votos, a Puigdemont y a todo Junts. Hoy en día el partido del nervioso Turull se está deshaciendo y muchos de sus mandos intermedios, concejales y cargos se están yendo hacia la formación extremista de Orriols. Y lo peor no es eso es que el vaticinio de que vuelva Puigdemont a Cataluña y pasee por sus calles sólo puede hacer que los votos a Silvia Orriols crezcan en la medida que crezca el nerviosismo de Junts y los desprecios de Puigdemont hacia ella. Y, si no, tiempo al tiempo. Ya verán….

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