Obviamente, todas las obras son necesarias y demuestran que las redes viarias de acceso a la capital del Vallès Oriental estaban abandonadas desde hace años y eran claramente poco operativas. Al menos han empezado a hacer algo, que ya es mucho.
El Ayuntamiento de Granollers nos informa de que a finales del mes de enero la Diputación de Barcelona inició la segunda fase de las obras de urbanización de los itinerarios para peatones y bicicletas en la entrada de Granollers desde la carretera de Lliçà d’Amunt (BV-1432), algo que ya estamos sufriendo desde hace días, verdaderamente.

Nos dicen que esta actuación da continuidad a las obras iniciadas hace tres años y que contribuyeron a “pacificar” el tráfico, ordenar la movilidad en este acceso a la ciudad y mejorar la accesibilidad de los barrios de Terra Alta y Can Gili.
Las actuales obras se desarrollarán de forma progresiva para minimizar las afectaciones al tráfico. Así, desde el 17 de febrero y hasta finales de abril, no se podrá girar hacia la carretera de Canovelles desde la BV-1432. Tomen nota, sobre todo aquellos que vienen desde Lliçà d’Amunt o la C-17 para dirigirse a Canovelles.
Se habilitará un itinerario alternativo provisional por la calle de Sant Ferran, que transcurrirá en paralelo a la carretera de Lliçà d’Amunt y a la vía del tren, y permitirá incorporarse a la carretera de Canovelles pocos metros antes de la carretera de Caldes.
Esta segunda fase de las obras tendrá una duración prevista de cinco meses.